La diabetes es “una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce”, explica la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Añade que con el paso del tiempo una diabetes no controlada daña gravemente distintos órganos y sistemas del cuerpo, especialmente los nervios y vasos sanguíneos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés), la diabetes afecta a una de cada cuatro personas mayores de 65 años de edad en Estados Unidos. Además, entre el 90 % y 95 % de los casos en adultos corresponden a la diabetes tipo 2. En la diabetes tipo 2 el cuerpo no puede producir o usar bien la insulina presente.
La diabetes es conocida como una enfermedad silenciosa, puesto que no siempre presenta síntomas, aunque esto depende del tipo de diabetes que la persona haya desarrollado y de la etapa de la patología.
Asimismo, la entidad de salud Sanitas señala que “en su fase inicial la diabetes tipo 2 generalmente no produce síntomas y suele ser diagnosticada tras la realización de una analítica clínica rutinaria”. No obstante, hay un momento de la enfermedad en que el organismo comienza “a expresar el hecho de que la glucosa no llegue en cantidades suficientes a las células de los diferentes tejidos y empiece a acumularse en la sangre”, agrega.
Cuando se padece esta enfermedad se debe llevar una alimentación supervisada por un médico y se deben evitar a toda costa algunos alimentos que alteran negativamente la afección mencionada.
Estos, según el portal El Universal, son los alimentos azucarados, dado que, causan un efecto adverso en el control glucémico. Entre estos productos destacan los chocolates, mermeladas, helados, galletas, refrescos y bebidas alcohólicas.
¿Cómo debe cenar una persona con diabetes?
En la alimentación diaria de los diabéticos no deben faltar los alimentos saludables de todos los grupos, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Debe incluir, por ejemplo, frutas y vegetales, granos integrales como trigo, arroz, cebada, quinua y avena; proteínas como carnes magras, pollo, pavo, pescado, huevos, nueces, fríjoles, lentejas y tofu y productos lácteos descremados o bajos en grasa como leche, yogur y queso.
Si bien es probable que las personas con esta enfermedad tengan claro que pueden consumir en el día, una de las preocupaciones es si pueden comer en la noche o si eso afecta sus niveles de azúcar. Los especialistas del instituto Mayo Clinic indican que si una persona tiene esta enfermedad, comer en la noche no necesariamente está prohibido, pero es muy importante tomar decisiones saludables.
La cena, al igual que el desayuno y el almuerzo, debe incluir proteína, vegetales y cereales o granos integrales. El portal de bienestar y salud Tua Saúde plantea tres opciones que pueden servir de guía.
La primera propone 120 gramos de salmón a la plancha, acompañado de cuatro cucharadas de arroz integral y una taza de vegetales cocidos (brócoli y zanahoria), aderezados con una cucharada de aceite de oliva y una cucharadita de vinagre de manzana.
Una segunda opción es una ensalada de lechuga, tomate, cebolla y rúcula con 90 gramos de pechuga de pollo a la plancha cortada en tiras, más 30 gramos de queso blanco cortado en cubos, aderezada con una cucharadita de aceite de oliva y una cucharadita de vinagre de manzana y dos tostadas integrales.
La tercera alternativa es una tortilla de harina de trigo integral con dos huevos revueltos con tomate, pimentón y cebolla y dos rebanadas de aguacate.