El aparato digestivo es determinante en el funcionamiento del organismo. Se encarga de descomponer químicamente los nutrientes en partes lo suficientemente pequeñas como para que el cuerpo pueda absorber los nutrientes y usarlos para la energía, crecimiento y reparación de las células, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos (NIDDK, por sus siglas en inglés).
El sistema digestivo está formado por el tracto gastrointestinal, también llamado tracto digestivo, el hígado, el páncreas y la vesícula biliar.
“El tracto gastrointestinal es una serie de órganos huecos unidos en un tubo largo y retorcido que va desde la boca hasta el ano. Los órganos huecos que componen el tracto gastrointestinal son la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso y el ano. El hígado, el páncreas y la vesícula biliar son los órganos sólidos del aparato digestivo”, explica la citada fuente.
El proceso digestivo es determinante porque el cuerpo necesita los nutrientes provenientes de los alimentos y bebidas para funcionar correctamente y mantenerse sano. Las proteínas, las grasas, los carbohidratos, las vitaminas y el agua son nutrientes.
Por esta razón, cuidarlo con la alimentación es clave, pues su buen funcionamiento depende mucho de lo que las personas consuman. Algunos de los productos recomendados son los siguientes:
Mangos
En una publicación de la revista Mejor con Salud, la nutricionista Eliana Delgado indica que se ha demostrado que estos frutos ayudan a mantener vivas las bacterias buenas del intestino. Cita un estudio de la Universidad Estatal de Oklahoma, según el cual la incorporación de un mango al día en la dieta podría mejorar la salud intestinal, mientras que ayuda a reducir la grasa corporal y controlar el azúcar en la sangre. Adicionalmente, su riqueza en nutrientes y otros compuestos bioactivos pueden proporcionar diversos beneficios para la salud.
Kéfir
La especialista asegura que este alimento es muy favorable para cuidar la salud del intestino. Según un estudio publicado en la revista Información Tecnológica, este producto contiene por lo menos 10 cepas vivas y activas de bacterias, en comparación con la mayoría de los yogures que normalmente tienen tres.
Aceite de oliva
Su uso se aconseja desde la antigüedad para favorecer el sistema digestivo. Protege del reflujo gástrico que produce acidez, y ayuda a que el contenido del estómago se libere lenta y gradualmente al duodeno, lo que aumenta la sensación de saciedad, precisa Delgado.
Manzana
Un artículo del diario El Clarín asegura que esta fruta tiene un alto contenido de pectina, fibra soluble vegetal que favorece la digestión y previene la fermentación intestinal. También ayuda a reducir el estreñimiento y controlar el colesterol malo o LDL. Las manzanas con cáscara ayudan a mantener la salud del tracto digestivo.
Espárragos
Estos alimentos contienen fibra, que ayuda a evitar la constipación y de paso también a regular los niveles de colesterol malo en la sangre. La recomendación es consumirlos cuando se tienen problemas de colon irritable. Es un alimento de calorías negativas, ya que para digerirlo se queman más de las que aporta al organismo. Se calcula que aporta 20 calorías cada 100 gramos.
Jengibre y cúrcuma
Condimentar los alimentos con especias naturales como el jengibre, canela, cúrcuma, eneldo, tomillo, hinojo, romero, comino, cardamomo o ajo, favorece los procesos digestivos. El jengibre tiene propiedades antiinflamatorias, que favorecen la actividad del tracto gastrointestinal. También es eficaz como analgésico y antibacteriano.
Piña
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que la piña contiene bromelina, enzima que ayuda a romper las proteínas difíciles de digerir. Esta fruta también se usa para combatir afecciones intestinales, hinchazón y úlceras.
Trucos para mejorar la digestión
- Masticar bien: Es importante tomarse el tiempo necesario para comer. En el proceso de masticado se digieren los azúcares, pero también se prepara el bolo de comida para ser digerido en el estómago, si está bien masticado se facilita la acción de los jugos gástricos sobre los alimentos, precisa el portal Salud Mapfre de España.
- Consumir poca sal: Ayuda a reducir la retención de líquidos y, por lo tanto, la sensación de hinchazón.
- Consumir por lo menos de 30 a 50 gramos de fibra. La fibra vegetal regula la actividad del intestino y evita el estreñimiento. La fibra es esencial para el mantenimiento de una buena flora bacteriana, pues constituye su alimento.
- Hacer cinco comidas ligeras al día (cada tres o cuatro horas)
- Reducir el consumo de bebidas con gas: El gas se expande en el estómago causando el efecto de una comida demasiado abundante, además facilita el acúmulo de gases, precisa la citada fuente.
- Corregir el estreñimiento: Es importante incluir en la alimentos ricos en fibra y semillas que contengan este nutriente para mejorar la condición del intestino. Los primeros días en que se aumenta la fibra puede producir gases y para evitarlo la recomendación es tomar infusiones de anís o hinojo.