A la hora de estudiar o si ya se culminó, por ejemplo, la etapa universitaria, algunas jornadas pueden resultar extenuantes, siendo también la carga o actividades a realizar otro punto a tener en cuenta. En ciertas ocasiones el cansancio y sensación de somnolencia e improductividad aparecen y suele buscarse múltiples responsables, omitiendo tal vez uno esencial.
Independientemente de si se trabaja en la casa u oficina y, en el caso de la academia, si las clases se toman presenciales o en la virtualidad, las horas que puede pasar sentado frente al computador deben nivelarse para evitar efectos adversos. Lo anterior en relación con la necesidad del cuerpo para ‘desconectarse’ momentáneamente.
El ejercicio constituye otro punto a contemplar; sin embargo, tiende a ser más dependiente de la disponibilidad. Cuando son más escasos los lapsos para alguna actividad física, portales en salud recomiendan no dejar de lado lo que comúnmente se conoce como pausas activas y que toman solo unos pocos minutos.
Pilas con la alimentación
A estas se suma la alimentación y consciencia a la hora de elegir tanto qué se va a ingerir como las horas para ello, además de procurar respetar ciertos periodos. En ese sentido, los especialistas hacen llamados de atención sobre un asunto que muchos podrían estar dejando en un segundo plano.
“Es muy importante respetar los tiempos para cada cosa. Una buena coordinación de los tiempos destinados a cada tarea facilitará que el trabajador pueda estar en el estado óptimo para rendir mejor”, señaló el experto en medicina del trabajo, Óscar Galindo, según recopiló El Mundo.
La nutrición debe incluir frutas, pero teniendo presente que la idea no es enfocarse en un solo tipo sino buscar variedad para aprovechar mejor sus propiedades. Esto ayudará a que el cuerpo reciba la fuerza y energía que necesita y la mañana es uno de los periodos ‘ideales’
La carne es otra de las recomendaciones y el especialista sugiere que se eviten los fritos y las salsas. En cuanto al pescado, es uno de los que no debería faltar en la mesa, dado su aporte en minerales, vitaminas y distintos nutrientes que, según el portal Saber Vivir TV, median en la memoria, concentración y aprendizaje.
Las verduras no quedan por fuera con propiedades que incluyen el hierro, magnesio y potasio. Según la Oficina de la ONU para la Alimentación y Agricultura (FAO) a nivel global se ingieren menos frutas y vegetales de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (mínimo 400 gramos).
Los cereales constituyen otro alimento que, por su carga en hidratos de carbono, eleva la energía en el organismo. Sin embargo, hay que revisar aquellos que contengan la menor cantidad de azúcar posible y se puede también incluir en forma de pasabocas, bien sea para el colegio, universidad o trabajo.
El chocolate, si no hay excesos en su ingesta, es otra alternativa en aras de lograr un mejor rendimiento durante las tareas diarias. Su contribución está asociada con la concentración y el estado de ánimo, no en vano suele vincularse como un estimulante para la ‘felicidad’.
Finalmente, se encuentran los frutos secos como las almendras que podrían ser un aliado en la mitad de las tardes al ayudar para que la mente permanezca activa y ágil.
El especialista Galindo explica que esta ‘lista’ de alimentos va en línea con un mejor rendimiento de las funciones que se ejecutan a diario. Por ello, resalta la importancia de “planificar qué vamos a comer a diario favorece la obtención de la energía y vitalidad necesarias para el desarrollo de las tareas cotidianas”, recogió El Mundo.