Las verduras y hortalizas verdes son una importante fuente de nutrientes para la salud, ya que aportan minerales, vitaminas y fibra. De igual forma, su color distintivo se debe a un componente esencial, es decir, la clorofila.

Los nutricionistas han manifestado que el consumo de vegetales verdes es fundamental para llevar una dieta equilibrada y saludable. No obstante, es importante consultar a un especialista para conocer las porciones que se deben ingerir, así como cualquier cambio en la dieta.

Asimismo, algunos vegetales de color verde que se deberían añadir a la dieta son: Espinaca, brócoli, rúcula, acelga, lechuga y col rizada. Todos tienen, en mayor o menor medida, nutrientes muy importantes para el organismo.

Debido a sus ventajas, el organismo se sentirá mucho más fuerte y se evitarán enfermedades de todo tipo. Sin embargo, se recomienda tener cuidado y seguir con las indicaciones de un profesional, ya que la clorofila en exceso puede resultar tóxica para el organismo.

De igual manera, varios estudios afirman que todavía falta evidencia para confirmar muchas propiedades, las cuales se le atribuyen a los vegetales verdes.

Propiedades de cada vegetal verde

Espinaca: ofrece un contenido importante de fibra alimentaria que el cuerpo necesita y mantiene los niveles de azúcar en sangre.

Acelga: aporta fibra y agua, por lo que permite a bajar de peso si se combina con otros hábitos saludables y tiene una buena cantidad de hierro.

Brócoli: contiene antioxidantes y otros nutrientes beneficiosos para la salud.

Lechuga: abarca muchas vitaminas y nutrientes; es recomendable para mujeres embarazadas.

Ventajas de consumir vegetales verdes

Los vegetales verdes están compuestos por nutrientes esenciales que, con el pasar del tiempo, sirven para controlar el peso, debido a que no tienen demasiadas calorías y son saciantes.

Además, al tener ácido fólico se convierten en alimentos ideales para las mujeres en estado de embarazo o lactantes, de igual forma, para las que padecen de problemas en sus defensas.

Otros de sus componentes destacados son el magnesio y el potasio. Tampoco se puede olvidar de la fibra dietética, que según varios estudios evitan el estreñimiento, o la vitamina C, que evitan gripes o resfriados.

Asimismo, las personas que ingieren verduras de hojas verdes, tienen menos probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, ya que no aportan cantidades significativas de grasas al organismo y mantienen limpias las arterias.

Fuentes de calcio

Los vegetales verdes cuentan con una gran cantidad de calcio, el cual es un mineral esencial para la mayoría de las funciones del organismo y vital para mantener los huesos en buen estado.

De igual manera, es altamente recomendado para las personas mayores de 65 años, y según diferentes investigaciones, también funcionan para las mujeres en la etapa de la menopausia.

El calcio permite regular el ritmo cardíaco, mejorar las conexiones nerviosas, los calambres y evita el insomnio. Además, contribuye a mejorar los procesos hormonales y enzimáticos.

Antioxidantes

Los antioxidantes contenidos en los vegetales verdes, son los encargados de evitar el deterioro y el envejecimiento celular. También son perfectos para reducir los daños que las células padecen con el paso del tiempo.

Vitamina A

Gracias a la vitamina A que contienen los vegetales verdes, se puede acceder a los betacarotenos, elementos indispensables para el organismo. La vitamina A contiene los siguientes beneficios:

  • Mantenimiento del sistema óseo.
  • Regeneración de la piel
  • Prevención de algunas afecciones oculares
  • Mejora del rendimiento físico
  • Disminuye los ataques de asma
  • Prevención de afecciones como diarrea o fiebre

De igual forma, la vitamina A, ayuda a formar el colágeno, lo que significa que permite formar la piel y cicatriza las heridas, pero también tendones, vasos sanguíneos y ligamentos.

Además, refuerza el sistema inmunitario y mantiene un buen estado de los dientes y los huesos en general, entre muchas otras funciones importantes.