Desde muy pequeños, se le ha inculcado a la sociedad que tomar sopa es una de las mejores maneras de tener una buena salud. O quién no recuerda las famosas frases populares de: “Tomarse la sopita”. “Te hace falta tomar sopa”, “Buen vino y sopas hervidas alargan al viejo la vida”, entre otras.

Y es que, además de sentarle muy bien al organismo, cuando hace frío, una sopa incluso, puede lograr bajar unos kilos de más, por más contradictorio que parezca.

Así lo asegura un estudio publicado en la revista Appetite, que descubrió que cuando las personas ingerían una sopa baja en calorías (130-170) como primer plato, consumían un 20 % menos de calorías totales en dicha comida. Esto se debe gracias a que habían llenado su estómago de líquido sano e hipocalórico, lo que reducía su apetito.

Así mismo, otras investigaciones han demostrado que la sopa es mucho mejor para saciarse sin añadir ni una mala caloría extra al menú. Incluso, los científicos aseguran que aunque los líquidos se vacían del estómago más rápido que los alimentos sólidos, hacen que este órgano se expanda más, por lo que la comida permanecerá en el estómago más tiempo, provocando así una sensación de saciedad duradera.

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“La gente que toma un caldo o una sopa de vegetales antes de la comida consume menos calorías en total”, asegura en el magazín Health la nutricionista Rania Batayne, autora de ‘The One One One Diet’.

“El agua de la sopa te ayuda a llenarte e incrementa la sensación de saciedad. Solo el acto de tomar sopa nos ayuda a reducir el ritmo con el que comemos, lo que da a nuestro cuerpo tiempo para sentirse lleno”, añade Batayne.

Por otro lado, hay que tener en cuenta, que a diferencia de los batidos, las sopas se toman más lento, algo que beneficia a la hora de perder peso, según un estudio publicado en Authority Nutrition, que además, estableció que la gente que come rápido es hasta un 115 % más propensa a ser obesa que los que lo hacen de forma pausada.

¿Cuál es la mejor sopa?

Solo con comer un quinto de calorías menos que lo habitual, se pueden perder hasta 22 kilos al año, según afirma la revista Time. Además, son hipocalóricos, por lo general una ración tiene de promedio tan solo 150 calorías.

Cabe destacar que a las propiedades dietéticas de esta comida se le debe añadir su componente nutricional. Las sopas están cargadas de vitaminas y antioxidantes. (Las sanas).

Por esta razón, se debe tener cuidado al elegir una, ya que no todas son diuréticas ni buenas para el organismo. Lo mejor es que sean caseras y con ingredientes sanos. “Debemos permanecer lejos de este tipo de cremas y sopas de restaurantes con otros ingredientes”, asegura la nutricionista Tracy Lesht al portal especializado en salud, Prevention.

“Las peores son las cremas de queso con brócoli y aquellas que llevan papa. Si bien, los mejores alimentos que se pueden incluir en una sopa son verduras verdes, tomate, champiñones, pollo y zanahoria”, concluye la experta.

Sopa de apio y cebolla para bajar de peso

Los dos componentes principales de esta sopa diurética son el apio y la cebolla, dos de los alimentos más depurativos que se pueden consumir.

Además, ayudan a limpiar el organismo, lo cual es fundamental para eliminar líquidos y toxinas del cuerpo que podrían resultar perjudiciales.

Preparación:

  • Coger tres ramas de apio frescas y lavarlas bien.
  • También se debe lavar una cebolla y partirla en trozos grandes.
  • Luego, ponerlo todo a cocer en una cazuela grande durante media hora a fuego medio.
  • Una vez pasado este tiempo retirar del fuego y dejar reposar.