Las arrugas y las famosas líneas de expresión son señales naturales del envejecimiento; sin embargo, hay signos de la edad que pueden ser incómodos para muchas personas, un motivo por el cual dentro de la rutina de belleza algunas personas han decidido incluir productos que son esenciales para el cutis, como los limpiadores o los de protección solar, y otros que, aunque no son imprescindibles, pueden ayudar a mejorar el estado de la piel, como las mascarillas faciales.

Con el tiempo, la piel va perdiendo elasticidad, en piernas, muslos, glúteos y otras partes del cuerpo. Esto sucede porque se debilitan los tejidos de sostén y se disminuye la producción de colágeno y elastina, las encargadas de brindar firmeza y elasticidad a todo el cuerpo.

De acuerdo con un artículo, publicado por Clínicas Desmond -un grupo de cuatro centros dedicados a la prestación de servicios dermatológicos y de medicina estética en Chile- la limpieza de cutis o higiene facial es una rutina indispensable para mantener la salud y luminosidad de la piel.

En ese sentido, hay algunos remedios naturales que ayudan a combatir y, en el mejor de los casos, la eliminación de las impurezas de la piel, así como otros ayudan a devolverle la luminosidad; uno de ellos es el tomate.

El tomate es una fruta que puede aportarle numerosos beneficios a la piel. De acuerdo con el portal de bienestar y nutrición unComo, este es un alimento rico en antioxidantes, vitamina C y licopeno, un cúmulo de propiedades que ayudan a nutrir la piel y mantenerla sana. De hecho, menciona que diversos tipos de cosméticos contienen este ingrediente, pues además de los beneficios en mención, también es utilizado como un blanqueador natural.

Según un artículo de la revista Elle, en su sección de belleza, el tomate hace parte de los alimentos clasificados como ‘superfood’, lo que quiere decir que tiene grandes beneficios, debido a su alto contenido de nutrientes, vitamina C, A, E, B6 y proteínas, entre ellas, el licopeno, el cual protege al organismo de los radicales libres.

Usar una mascarilla de tomate ayuda a regular la grasa de la piel, combate los granos, las espinillas y actúa como un perfecto “sellante” para los poros dilatados.

Asimismo, aporta para aclarar las manchas y darle luminosidad de forma natural para las pieles opacas y apagadas.

Cómo aplicarlo

La revista recomienda aplicarlo de forma casera, haciendo una mascarilla con la fruta, la cual haya sido previamente triturada. Después, aplicarla como cualquier otra mascarilla.

También se pueden poner rodajas sobre el rostro y dejarlas sobre la piel frotándolas, para dejar que la pulpa actúe. Dejar reposar entre 10 y 15 minutos y lavar con abundante agua.

Igualmente, el portal de bienestar y nutrición unComo sugiere una receta muy sencilla de preparar: solo se necesitan dos tomates, el zumo de un limón y 10 gotas de agua de rosas. El primer paso es rallar los tomates, para añadirle los dos ingredientes en mención. Estos deben ser mezclados hasta que se obtenga una masa homogénea, la cual se aplica como una mascarilla sobre el rostro, con la ayuda de una brocha o las yemas de los dedos.

Se deja actuar durante 15 o 20 minutos y luego se retira con agua abundante. UnComo explica que, al realizar esta rutina de belleza a diario durante un par de semanas, se notarán los resultados: una piel que aclara progresivamente.