El estrés y la ansiedad son formas en las que el cuerpo responde ante situaciones de peligro, cambio, desafíos o exigencias. Estas reacciones son normales de manera puntual y ocasional, pero si una persona sufre de estrés y ansiedad por largos períodos de tiempo, puede tener resultados negativos en la salud, como una propensión más alta a sufrir enfermedades cardiacas, presión arterial alta y ataques de pánico recurrentes.
Los síntomas físicos del estrés y la ansiedad pueden ir desde dolor de cabeza, respiración acelerada, aumento del ritmo cardíaco, temblores, insomnio y hasta fatiga. También hay una sintomatología emocional, como la ira irracional, la intranquilidad y dificultad para concentrarse.
Para reducir estos síntomas es posible consumir miel, la cual, de acuerdo con el portal Mejor con salud, es un calmante natural para los nervios.
Adicionalmente, este producto cuenta con propiedades antioxidantes, reguladoras de la respuesta glucémica, antitumoral, antimicrobiana, antiinflamatoria, protector cardiovascular, cicatrizante de heridas, entre otras.
La miel se caracteriza por sus efectos ansiolíticos y relajantes que pueden producir sueño en quien la consuma, lo cual se da por el triptófano que hay en su composición.
Ejercicios de relajación
Implementar ejercicios de relajación en la rutina diaria ayuda a responder de manera más calmada a situaciones estresantes o que pueden generar una reacción de ansiedad. De hecho, según Medical News Today, los ejercicios de meditación, relajación y respiración ayudan a reducir el nivel de cortisol en la sangre y a disminuir el sentimiento de ‘huida’ que se activa en los ataques de pánico.
- Ejercicios de respiración: luego de este tipo de ejercicios, la respiración se vuelve más pausada, por lo que el cerebro comprende que no hay peligro y puede reducir el nivel estrés. Además, estos ejercicios ayudan a mejorar la presión arterial, por lo que disminuyen el riesgo de sufrir hipertensión, dolores de cabeza, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
- Yoga o ejercicio físico: ayudan a mantener equilibrados los niveles hormonales del cuerpo y son beneficiosos para la salud general. De hecho, según un estudio realizado por la Universidad de Harvard, implementar técnicas de relajación como el yoga reduce la necesidad de recurrir a servicios médicos en un 43%.
- Meditación: las sesiones de meditación pueden lograr que el ritmo cardiaco disminuya y, a largo plazo, estos momentos diarios de relajación, así sean cortos, ayudan a mejorar la concentración, a fortalecer la memoria, mejoran el sueño y hacen que la presión arterial baje.
- Escritura: escribir diariamente reflexiones o practicar journaling es una práctica que varios estudios han demostrado tiene efectos positivos en el manejo del estrés. De hecho, en el artículo Writing to Heal, publicado por American Psychological Association, se evidenció una relación entre escribir y el mejoramiento del sistema inmune y el ciclo del sueño.
Otros remedios naturales
La aromaterapia y consumir té natural son herramientas que se usan para controlar la ansiedad y el estrés, ya que ayudan a reducir el ritmo cardiaco y el nivel de cortisol en la sangre. Estas hierbas y aromas ayudan a reducir el estrés, sin embargo, debe consultar a su médico para prevenir efectos secundarios o reducir el alcance de otros tratamientos.
- Ashwagandha: esta planta, también conocida como la bufera, orval, ginseng indio o hierba mora mayor, puede ayudar a reducir el insomnio y el estrés. Es un adaptógeno- sustancia que estabiliza procesos fisiológicos- que ayuda a generar mayor adaptación a situaciones específicas.
- Cannabidiol o CBD: este es el ingrediente activo de la planta del cannabis que ayuda a reducir el estrés, ya que tiene un efecto tranquilizante en el sistema nervioso central. Cabe destacar que este compuesto es diferente al tetrahidrocannabinol (THC), ingrediente activo que le da al cannabis efectos psicoactivos luego de su consumo.
- Kava: según un estudio realizado por el Australian & New Zealand Journal of Psychiatry el consumo de la raíz de la Kava ayuda a reducir los síntomas del estrés a corto plazo y tiene propiedades anestésicas y anticonvulsivantes.
- Lavanda: esta planta es ideal para la aromaterapia y para consumir en té, ya que contiene terpenos, un compuesto orgánico que actúa como tranquilizante en los receptores químicos del cerebro.
- Manzanilla: consumir esta planta tiene un efecto de somnolencia, ya que contiene un componente de apigenina, el cual modifica los receptores Gaba del cerebro.
- Valeriana: esta planta tiene un efecto inductor del sueño, por lo que ayuda a entrar en un estado de relajación más rápidamente.