La alimentación es parte fundamental para poder tener una buena salud y un organismo sin enfermedades. La Organización Mundial de la Salud, OMS, indica que una dieta equilibrada es aquella que es rica en verduras y frutas y con un consumo responsable de sal y de azúcar.
Entre algunas afecciones comunes de una mala dieta está la hipertensión, que ocurre cuando “la sangre fluye a través de las arterias a presiones más altas de lo normal”, según explica el Instituto Nacional del Corazón, pulmón y sangre de Estados Unidos,
“La presión arterial se compone de dos números: la presión sistólica y la diastólica”, explican en la web del Instituto. En ese sentido, la presión sistólica “es la que se ejerce cuando los ventrículos bombean sangre fuera del corazón. La presión diastólica es la presión entre latidos cuando el corazón se está llenando de sangre”.
Es decir, que de una u otra forma, ambas formas representan un problema para la salud del paciente, ya que no son normales o naturales.
Medline Plus, por su parte, registra los valores en los que esta condición de salud se evidencia: “El número sistólico se coloca antes o por encima de la cifra diastólica. Por ejemplo, 120/80 significa una presión sistólica de 120 y una diastólica de 80″.
Según American College of Cardiology (Colegio Estadounidense de Cardiología), por su parte, los valores varían así:
- Presión arterial normal: La presión arterial es 120/80 mm Hg o inferior.
- Presión arterial alta: El valor máximo se sitúa de 120 a 129 mm Hg y el valor mínimo está por debajo (no por encima) de 80 mm Hg.
- Hipertensión de etapa 1: El valor máximo va de 130 a 139 mm Hg y el valor mínimo está entre 80 y 89 mm Hg.
- Hipertensión de etapa 2: El valor máximo es de 140 mm Hg o superior y el valor mínimo es de 90 mm Hg o superior”.
Vale decir que en Mayo Clinic desglosan el concepto para que sea más fácil de entender por parte de los pacientes. Y detallan que esta afección ocurre cuando “la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias es muy alta constantemente. En esos casos, el corazón debe trabajar más para bombear sangre”.
Las bondades de la piña
Así las cosas, una fruta que ayuda a controlar este tipo de afecciones y también ayuda a limpiar no solamente la sangre, sino también el sistema digestivo, impactando de manera positiva la salud del resto del organismo, es la piña.
Se trata de una fruta que se caracteriza por su poderosa acción depurativa y diurética que, además de facilitar la eliminación de líquidos, controla los procesos inflamatorios del organismo.
La piña es una fruta rica en vitamina C, usada en la gastronomía para la preparación de diferentes platos y batidos, según el portal de salud Tua Saúde.
Sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias disminuyen las probabilidades del desarrollo de una trombosis, afecciones cardíacas y dolores musculares. También contribuye en el tratamiento de enfermedades como la artritis.
Según una investigación realizada por la Universidad de Taif (Arabia Saudí), la piña es una fruta tropical, cuyo contenido de agua y antioxidantes la convierten en una de las mejores alternativas para reducir volumen.
De ahí que beber una infusión de cáscara de piña produce un efecto diurético que fomenta la eliminación de líquidos retenidos. Esto se puede reflejar en una disminución de peso, según el portal Mejor con Salud.
Por otra parte, un estudio realizado por el Journal of Agricultural and Food Chemistry afirma que la cáscara de piña es rica en fibra y polifenoles; la primera ayuda a que el cuerpo se sienta saciado y los segundos contribuyen a depurar el cuerpo de manera natural.