Así como los perros, los gatos figuran entre las mascotas favoritas de las personas. Más allá de su raza y forma distintiva de demostrar amor, varios estudios han demostrado que tener concretamente un gato en casa es beneficioso para la salud.

De hecho, los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, (NIH) “resaltan que el vínculo con las mascotas puede tener un impacto positivo en la salud y bienestar de las personas al reducir el estrés, estimular el estado de ánimo, aliviar la soledad y aumentar las oportunidades de socialización”. Por esta razón, el portal web Stangest lista seis beneficios de tener un gato:

Reducción del estrés

Por lo general, acariciar un gato reduce los niveles de cortisol, que es la hormona relacionada con el estrés. Asimismo, se cree que el contacto físico con gatos incrementa en humanos la producción de ondas tetha cerebrales, que habitualmente se producen en estados de relajación y calma profunda. Desde la ciencia, un estudio realizado en 2002 en Universidad Estatal de Nueva York, en Estados Unidos, lograron identificar que las personas “sufren menos estrés al realizar una tarea estresante cuando sus gatos están con ellos que cuando está alguna persona cercana a su entorno”.

Los gatos tienen mayor acceso al aire libre y, en consecuencia, están expuestos continuamente a las pulgas. | Foto: Getty

Efecto terapéutico en personas con autismo

El contacto físico con las mascotas incrementa los niveles de oxitocina, una hormona que está vinculada con el establecimiento de relaciones sociales. De hecho, el portal en mención indica que un estudio ha encontrado niveles menores de oxitocina en sangre de niños autistas. Como tal, se ha comprobado que el incremento de estos niveles en autistas disminuye las conductas repetitivas y mejora la habilidad de evaluar el significado emotivo de la entonación al hablar. Otro de los resultados de este estudio es que los niños con autismo que tenían mascota se sentían más tranquilos y se relacionaban con mayor facilidad.

Lejos de ser excepcionales para los japoneses, las cafeterías con gatos son espacios naturales de interacción. Las hay especializadas en razas o en colores y se paga por el tiempo de estadía. | Foto: Getty

Inspiran emociones positivas

De acuerdo con una encuesta hecha a 7.000 personas en 2015, se identificó que ver videos o fotografías de gatos supone un incremento en las emociones positivas, como la felicidad y esperanza de la persona que los visualiza, así como el aumento de los niveles de energía. Además de ello, otro estudio de la Fundación Affinity y la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) conoció el rol que juega un gato en los hogares y cómo se relacionan dueños y felinos. Como resultado, identificaron que un 67% de los propietarios afirman que su gato siempre está allí cuando lo necesitan y el simple hecho de pensar en ellos nos reconforta.

Ronroneo sanador

Luego de observar varios felinos domésticos y salvajes, se ha comprobado que el ronroneo que producen está en una frecuencia de 20 a 140 Hz, siendo lo más habitual una frecuenta de 20-50 Hz en gatos domésticos. De este modo, las vibraciones sonoras estimulan la curación de tejidos, especialmente en lesiones que afectan tendones y músculos. También, ayudan a reducir el dolor y aumentan la densidad ósea.

Es un mito que los gatos puedan ser vegetarianos. | Foto: Nils Jacobi

Protegen el corazón

Tener una mascota en vasa está asociado con la disminución del estrés y por ende, la reducción de la presión sanguínea, lo cual disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Al respecto, Stangest señala que un estudio realizado en 2009 observó a 4.000 participantes que habían tenido o tenían actualmente mascota (perros y/o gatos) y reveló que las personas que habían convivido con gatos tenían menor riesgo de sufrir infarto de miocardio que los que no vivían con felinos.

Mejora la salud mental

Otra encuesta realizada en 2011 con 600 personas, de las cuales la mitad padecía un problema de salud mental, identificó que el 87% sentían que tener un gato tenía un impacto positivo en la sus vidas y el 75% sobrelleva mejor el día a día gracias a la compañía de su gato.