Cuidar la salud va más allá de asistir al médico con frecuencia: parte de la alimentación y de hábitos como la actividad física. Para las afecciones de presión alta, colesterol y triglicéridos, por ejemplo, el consumo del ajo es más que recomendado.

El ajo, tradicionalmente utilizado para condimentar algunos platos, ha demostrado lo efectivo que es para reducir el colesterol, un tipo de lípido, y los triglicéridos, un tipo de grasa, cuyo exceso no cae nada bien al organismo, dado que puede desembocar en afecciones cardiacas.

La Fundación Española del Corazón, hizo eco de una investigación realizada por el Instituto de Toxicología de la Universidad de Shandong (China), basada en analizar 26 estudios previos sobre el ajo y su contribución para ayudar a reducir el colesterol. Los resultados fueron mejor que lo esperado.

“Los autores del estudio concluyen que el ajo podría reducir los niveles de colesterol total y triglicéridos, y sostienen que una terapia con ajo podría ser beneficiosa en pacientes con riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares”, publicó la fundación.

El ajo le brinda diversos beneficios al organismo y se puede consumir en té. | Foto: Getty Images

La investigación agregó que el consumo de ajo funcionó mejor en tratamientos a largo plazo. Así mismo, dejó unas claridades: el ajo en polvo brindó mayores resultados para la reducción de colesterol sérico total, mientras que en aceite fue beneficioso para disminuir los triglicéridos.

En sintonía, MedlinePlus, un servicio de información en línea provisto por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, afirmó que el ajo puede contribuir a disminuir la presión arterial y prevenir la arteriosclerosis, es decir, la acumulación de placa en las paredes de las arterias, usualmente por cuenta de la grasa y el colesterol.

¿Cómo preparar agua de ajo?

Para preparar esta agua se requiere de un diente de ajo crudo, sin cáscara y machacado y 100 mililitros de agua. Se pone el ajo en un vaso de agua y se deja reposar de seis a 8 horas, preferiblemente en la noche. El agua se puede tomar en ayunas a la mañana siguiente. También se puede preparar un litro de esta bebida y consumirla a lo largo del día.

La cáscara de ajo también puede ser útil para el organismo. | Foto: Getty Images

Además de esta agua, este alimento puede ser ingerido con las comidas, siendo de más fácil ingestión que el agua. Un buen consejo es agregarle algunos dientes de ajo al aceite de oliva. De esta forma, siempre que se utilice este producto, además de consumir una grasa buena, también se estarán aprovechando las propiedades del ajo.

Manzana, más que recomendada para reducir el colesterol

Cuando de reducir el colesterol malo y los triglicéridos se trata, la cuestión no solo es dejar de consumir alimentos que poco le aportan al organismo, sino acudir a frutas que pueden ayudar a ‘barrer’ estas sustancias, entre ellas, la manzana roja.

Un estudio de la Universidad de Reading, en el Reino Unido, comprobó que la manzana puede ser una gran aliada para quienes desean mejorar su salud cardiovascular, ¿por qué? Porque entre sus bondades está la reducción de los niveles de grasa en el organismo. Además, tiene compuestos que contribuyen con el metabolismo de los lípidos.

La manzana además es rica en vitaminas A y C. | Foto: Getty Images

La manzana es rica en fibra, vitamina A, vitamina C, calcio, magnesio, potasio, hierro y flavonoides. Y se le reconoce por la ayuda que ofrece al proceso digestivo y la prevención de enfermedades crónicas degenerativas como la diabetes e hipertensión. Es una fruta conocida por su sabor simple, pero es una de las más ricas en fibra.

De 100 gramos de esta fruta, 2,4 son de pura fibra, que es muy importante para el funcionamiento óptimo del organismo, debido a que es la encargada de regular el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento.