El té es una de las bebidas de mayor popularidad y tradición en el mundo. Se produce a partir de las hojas de la planta Camellia sinensis y el té verde, específicamente, se preparar de hojas que no se han marchitado ni han pasado por el proceso de oxidación.

Esta bebida es antioxidante y se puede consumir de forma regular, pero sin exceso. Además, es muy buena para ayudar con la digestión, previene los síntomas gripales, y contribuye a reducir la fiebre y el dolor de garganta.

Asimismo, cuando se consume de forma regular previene el acné, ayuda a eliminar toxinas cuando se ingiere en ayunas y mejora el aspecto del cabello pues, según Glamour, revista de belleza y moda para mujeres, el té verde estimula los folículos pilosos y aumenta el crecimiento del cabello, pues esta bebida previene el daño de las células, ya que contiene vitamina E.

Otra de las características de este té, según el portal especializado Mejor con Salud, es que ayuda a prevenir la diabetes pues mejora el metabolismo de la glucosa. Una investigación de BMC Pharmacology explica que el té verde “podría ayudar a evitar el desarrollo de la diabetes tipo 1, además de controlar la diabetes tipo 2”.

Además, las acciones analgésicas y antiinflamatorias de este producto podrían aliviar las molestias causadas por la artritis y a detener “la ruptura de cartílago en personas que padecen este tipo de enfermedades”, informa Mejor con Salud.

Una de las formas de preparar este té es con un poco de jengibre. Para ello se necesitan: cinco vasos de agua (1 litro), una cucharadita de jengibre en polvo (4 gramos), una cucharadita de canela en polvo (4 gramos) y dos cucharaditas de té verde (6 gramos).

Preparación:

1. Poner un litro de agua a hervir con una cucharada de jengibre y una cucharada de canela.

2. Después que hayan hervido cinco minutos, apagar el fuego y añadir dos cucharadas de té verde.

3. Dejarlo reposar cinco minutos.

4. Verter el líquido en una jarra o botella para ir bebiendo durante el día.

5. Es posible beberlo caliente o frío.

6. Tomar durante un mes para ver sus beneficios.

Si el sabor es amargo, se le puede añadir a la preparación un poco de estevia. Lo importante, es no utilizar azúcar o edulcorantes artificiales. Además, si se desean potenciar sus efectos se le puede añadir el jugo de medio limón.

A parte de los beneficios mencionados anteriormente, el té verde también ayuda a:

  • Mejorar el rendimiento físico: el efecto sobre el metabolismo implica que el cuerpo es capaz de obtener más energía, un 4 % más, cuando la necesita, por ejemplo, durante una actividad deportiva intensa, aumenta el rendimiento entre 11 y 12 %.
  • Prevenir las enfermedades cardiovasculares: el té verde previene estas enfermedades porque actúa positivamente los principales factores de riesgo: colesterol total, el LDL y los triglicéridos.
  • Mejorar el funcionamiento del cerebro: el té verde favorece el estado de alerta y agudiza las habilidades intelectuales. Esto es debido a las propiedades de la cafeína, que en el té va acompañada de l-teanina y no produce el molesto nerviosismo de un café expreso. Incluso, previene la degeneración del cerebro y el desarrollo de enfermedades neurológicas como Parkinson y Alzhéimer.

Los especialistas también advierten sobre las contraindicaciones que podría tener una persona que consuma té verde todos los días. Su excesivo consumo puede ocasionar frecuentes dolores de cabeza, nerviosismo, diarrea, trastornos del sueño, irritabilidad, aumento del ritmo cardíaco y mareos.

No debe ser consumido acompañado de bebidas alcohólicas o con medicamentos y no está recomendado para pacientes con presión arterial alta, mujeres embarazadas o lactantes y personas con anemia.