Una de las cualidades que más valora una persona en otra es la lealtad, pues quien la posee es un gran amigo o un buen socio para cualquiera. Sin embargo, en el campo laboral este valor es cada vez más escaso. Así lo revelan estudios recientes en los que se evidencia una crisis de identidad y un alto porcentaje de deserción de los empleados en periodos menores a cinco años. La falta de compromiso y de sentido de pertenencia hacia la empresa es grande y priman los intereses personales. A pesar de esto, un nuevo estudio publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos señala que quienes son leales y permanecen vinculados a una misma compañía durante varios años tienden a ser más creativos, productivos y mejor remunerados.Antiguamente, cuando una persona conseguía trabajo, su objetivo era permanecer allí durante mucho tiempo para obtener mayores beneficios y estabilidad. Existían legislaciones que le aseguraban al empleado gozar de compensaciones a largo y corto plazo y de protección en tiempos de retiro forzoso. Por esa razón, la lealtad era un factor clave en la relación entre los empleados y las empresas, pues era un dar y recibir permanente. Sin embargo, esto ha cambiado con el paso de los años y muchos trabajadores, en especial los más jóvenes, no tienen en mente quedarse por más de dos años en una misma empresa, porque consideran que no les permitirá crecer como profesionales. Además, el mercado laboral es cada vez más competitivo y para las compañías es difícil fomentar la lealtad en sus empleados. "Las nuevas generaciones participan de una dinámica laboral más competitiva y no ven el trabajo como un lugar donde quedarse sino en el cual ganar experiencia. Los más jóvenes rotan hasta quince veces de empleo en un lapso de cinco años", le dijo a SEMANA Gabriel Pineda, psicólogo de recursos humanos. En Estados Unidos también sucede lo mismo. Según un estudio realizado en 2010 por la Oficina de Estadística Laboral de ese país, las personas entre los 20 y los 30 años cambian de trabajo en promedio cada dos años. Pero el problema no es solo de los empleados. En muchas ocasiones, las empresas explotan a sus trabajadores y logran retenerlos durante varios años, pero no premian su lealtad y buen rendimiento con ascensos o un aumento salarial, sino que a cambio les ofrecen el buen nombre de la compañía para que sus hojas de vida sean más valoradas. Según un estudio realizado en abril de 2011 por la firma Deloitte Consulting U.S. Talent Services, titulado Talent Edge 2020: Building the recovery together-What talent expects and how leaders are responding, tan solo el 35 por ciento de 400 empleados de varias multinacionales que fueron encuestados esperan seguir vinculados con sus actuales empresas. Dicho sondeo mostró también las diferencias generacionales en cuanto a esta tendencia. La generación más insatisfecha es la de los 'Baby Boomers', es decir, aquellos que nacieron entre 1946 y 1964, pues no se sienten recompensados ni reconocidos por sus esfuerzos y su entrega a la empresa para la que trabajan. Por su parte, los nacidos después de 1965 y hasta 1980, la generación X, alegan que estar en un mismo puesto durante mucho tiempo les impide progresar en su carrera profesional. A pesar de esta marcada tendencia, algunos expertos insisten en que la lealtad es la fuerza oculta que está detrás del éxito laboral. "Las empresas con alta productividad tienen como motor impulsor la lealtad. El problema es que en la actualidad las compañías buscan obtener ganancias a corto plazo y ven a sus empleados como un gasto y no como su principal activo", le explicó a SEMANA Frederick F. Reichheld, autor del best seller El efecto de la lealtad. Un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Economía de Stanford para la Oficina Nacional de Investigación Económica, en Estados Unidos, demostró que los empleados que trabajan durante más de cinco años con una empresa rinden más, son mejores profesionales y reciben mejores compensaciones que aquellos que cambian de trabajo con frecuencia. De las 50.000 personas encuestadas, quienes tenían experiencia de cinco a diez años con una misma compañía obtenían en promedio un aumento salarial anual del 8 por ciento, mientras que el resto no recibía más del 5 por ciento. En el pasado, el concepto de lealtad estaba relacionado con la seguridad laboral, pero en la actualidad las empresas no son una fuente de seguridad sino de identidad. "La concepción moderna de la lealtad es lograr que los empleados se identifiquen con su empresa, equipo o proyecto para el que trabajan", afirma Bill Taylor, cofundador de la revista de negocios Fast Company. Con esta visión concuerda Joyce Russell, psicóloga organizacional de la Escuela de Negocios Robert H. Smith de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, quien asegura que los empleados deben estar identificados y comprometidos con la misión y los valores de la empresa para que se empiece a generar un sentimiento de lealtad y confianza mutuo. Sin embargo, esa relación debe estar acompañada de un entorno ameno, amigable y respetuoso. Para los empleados es fundamental el buen trato, que sean escuchados y tenidos en cuenta al momento de tomar decisiones importantes para la empresa. "Los trabajadores necesitan sentirse parte de la organización, ser valorados y apreciados por sus aportes. De esa forma serán fieles con su empresa, no solo por conservar su puesto sino por que tendrán sentido de pertenencia", señaló Pineda. Varios estudios, además, han demostrado que quienes son leales gozan de mejor salud y sienten mayor satisfacción y felicidad en su vida. Según una investigación realizada por el Centro RAND para el Estudio del Envejecimiento, en Estados Unidos, las personas con un fuerte compromiso social tienen menos riesgo de sufrir enfermedades como diabetes, hipertensión y ataques cardíacos. Por esa razón, si se sienten identificados y a gusto en su empresa, son más creativos y obtienen buenos resultados en sus respectivas labores. "Es un hecho que la gente trabaja y se compromete más cuando se siente valorada. El estrés se reduce y esto los hace sentir satisfechos y saludables", le dijo a SEMANA Susan Leigh, miembro del Instituto de Gestión del Estrés de Londres, Reino Unido. Es evidente que las condiciones laborales han cambiado y en la actualidad es muy difícil encontrar casos de empleados que permanezcan en un mismo puesto por más de cinco años. Por eso, no hay dudas de que el gran desafío de las empresas es lograr retener a sus trabajadores más talentosos, sea cual sea su generación. Para conseguirlo deben adaptar y dirigir sus estrategias a satisfacer las necesidades de cada uno de ellos y motivarlos. "En la economía global moderna, los bienes capitales no van a determinar el éxito de una organización, sino la motivación que tengan los empleados para enfrentar los nuevos retos", afirma Ray Williams, autor del libro Al borde del liderazgo. Si ese reto se cumple, los empleados serán más productivos y guardarán lealtad hacia su compañía. Porque ser leal paga.