Tanto el aceite de oliva como el limón son alimentos que se usan desde hace cientos de años, pues a los dos se les atribuyen propiedades beneficiosas para la salud.
Este aceite está compuesto por ácidos grasos monoinsaturados, los cuales son considerados una grasa dietética saludable y posee vitaminas K, E y minerales como calcio y potasio, además de antioxidantes, de acuerdo con información del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Por su parte, la mencionada fruta cítrica destaca por ser rica en vitamina C, complejos vitamínicos del tipo B, calcio, hierro, magnesio, potasio y fibra.
Los expertos recomiendan usar aceite de oliva, en lugar de otros alimentos grasos, en particular la mantequilla y la margarina en barra. Pero también indican que no se puede hacer que los alimentos poco saludables sean más saludables simplemente añadiéndoles este tipo de aceite, indica un informe del instituto de investigación Mayo Clinic.
Al mezclar estos dos ingredientes se puede obtener una serie de beneficios para el organismo. Uno de los principales es que ayudan a desintoxicar el cuerpo, pues depuran órganos como el hígado y la vesícula biliar de diferentes toxinas.
El portal Mejor con Salud precisa que esta mezcla consumida en ayunas puede ayudar a limpiar el organismo de posibles intoxicaciones y sobrecarga de sustancias negativas para la salud. Cuando el cuerpo se encuentra en esta condición es posible al levantarse la persona se sienta hinchada, pesada, cansada y con el ánimo bajo.
La limpieza en el organismo “es posible gracias a la vitamina C que contiene el limón, la cual ayuda a limpiar el hígado y a reducir los niveles de colesterol, además los antioxidantes del aceite previenen el daño oxidativo de las células”, precisa un artículo publicado en el diario El Universal, de México.
Protector cardiovascular
Por otro lado, la ingesta de estos dos alimentos mezclados también puede favorecer la salud del corazón. Esto se debe a que el aceite tiene ácidos grasos monoinsaturados los cuales facilitan la circulación y evitan el exceso de colesterol malo en las arterias.
“Una investigación publicada en la revista Nutrients demostró que el aceite de oliva extra virgen tiene un efecto protector contra las enfermedades cardiovasculares. Este efecto no solo se debe a la eliminación del colesterol malo, sino que además aumenta el bueno o HDL, gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias”, precisa Mejor con Salud.
Por su parte, el limón también es una gran fuente de antioxidantes, además de su aporte en vitamina C, que ayuda a procesar las grasas y reducir los niveles de colesterol en la sangre, además de fortalecer el sistema inmune complementando las bondades para la salud del corazón.
Otro de los beneficios que podrían brindar estos dos productos es que ayudan a combatir el estreñimiento y actúan frente a los problemas digestivos. “Esto se debe a que tiene propiedades carminativas que ayudan a combatir la indigestión, la acidez, el tránsito intestinal lento, los gases y la hinchazón abdominal, además del estreñimiento, pues actúa como un laxante natural”, precisa el portal Gastrolabweb.
Una de las formas de prepararlo es mezclando media cucharada de aceite de oliva con media de jugo de limón y tomarlo en ayunas. Lo recomendable es no exceder la ingesta de una cucharada al día de estos ingredientes y también tomarlo día de por medio, hasta ver resultados y máximo por un mes. Se debe suspender en caso de observar alguna alteración o cambio en el organismo.
Para finalizar, es importante indicar que si bien se trata de un remedio natural, antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento es importante consultar con el médico, pues este tipo de preparaciones no reemplazan los tratamientos médicos, aunque pueden resultar complementarias en caso de que el especialista lo avale.