El sueño es esencial para gozar de una salud óptima y lo que recomiendan los expertos es dormir entre siete y ocho horas por la noche. No obstante, existen diferentes posturas como dormir de costado, boca arriba o boca abajo.
Adicionalmente, todas las posturas tienen sus beneficios y sus contras; por ejemplo, el portal ComputerHoy reveló que dormir boca arriba ayuda a la salud de la piel, ya que “se reduce la hinchazón de la cara y las ojeras, pues los fluidos se distribuyen uniformemente”.
Por su parte, dormir boca arriba tiene otros beneficios según el portal de salud Clikisalud.net de la Fundación Carlos Slim:
1. Mantiene la columna vertebral alineada.
2. Reduce los dolores de cabeza causados por tensión.
3. Reduce la presión y la compresión en el pecho.
4. Alivia la acumulación de mucosa en los senos nasales.
5. Previene las arrugas y la irritación de tu rostro.
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, indica en su portal web que, si se duerme boca arriba se debe colocar una almohada debajo de las rodillas para ayudar a mantener la curva normal de la espalda lumbar y se puede probar con una pequeña toalla enrollada debajo de la parte baja de la espalda para tener un apoyo adicional. Además, el cuello debe estar apoyado en una almohada.
Sobre la misma línea, Stacy M. Peterson y Brooke L. Werneburg le enumeraron a Mayo Clinic algunos consejos para dormir mejor:
- Fijar un objetivo de sueño. Tratar de dormir por lo menos siete horas por noche para tener la energía necesaria para hacerles frente a las exigencias cotidianas. Despertarse renovado ayudará a tomar decisiones inteligentes y a seguir la dieta y el plan de ejercicios. Dormir bien puede ayudar a aumentar la motivación y fuerza de voluntad, haciendo que sea más fácil evitar las tentaciones.
- Establecer una hora regular para acostarse y cumplir. El primer paso para cambiar un comportamiento es comprometerse con lo que se quiere lograr y apegarse al plan. Por ello, se debe fijar una hora regular para acostarse y se debe cumplir. Esto puede significar poner el teléfono en otra habitación para no tener tentaciones de revisar las redes sociales justo antes de dormir o poner una alarma para recordar que es hora de empezar a prepararse para ir a la cama.
- Comer alimentos más saludables. Cuando el cuerpo y la mente están fatigados es posible que malinterprete las señales de hambre y una recomendación es que la próxima vez que se esté deambulando por la cocina o se estén comiendo refrigerios, hay que preguntarse si se está cansado en lugar de tener hambre, ya que es común confundir la fatiga o las emociones con el hambre.
- Procurar estar en calma antes de dormir. Reservar un poco de tiempo antes de acostarse para relajarse, ya que esto puede contribuir a la transición hacia el sueño. Se pueden probar respiraciones profundas, relajación muscular progresiva, estiramientos suaves o visualización dirigida para ayudar a enfocar la atención en el presente y a alejarse de las preocupaciones.
Asimismo, recomendó:
- Llevar un registro diario del sueño durante una semana y tomar nota de los patrones que se descubran.
- Hacer un esfuerzo consciente por eliminar las comidas y las bebidas perjudiciales por la noche, como las comidas abundantes y pesadas, el alcohol, el café, el té con cafeína y el chocolate.
No obstante, si tras 10 o 30 minutos de tratar de conciliar el sueño no se consigue, lo que le recomendó la psicóloga de Blua de Sanitas, María García, al portal CuídatePlus, fue “levantarse, caminar un rato y cambiar de ubicación hasta que nos relajemos de nuevo”.