Según la Fundación Española de Nutrición, se asegura que la sandía es muy apreciada por ser refrescante en aguas y sales, es una de las frutas que más cantidad de agua contiene con casi un 93 % de su peso.
La sandía, también llamada patilla, aporta varios beneficios para la salud, ya que es rica en vitaminas, agua y compuestos antioxidantes, con propiedades antiinflamatorias, hidratantes, antioxidantes, diuréticas, anti cancerígenas, digestivas y antihipertensivas.
Según el diario 20 minutos, la sandía también puede prevenir las enfermedades del corazón. Si bien es un alimento con un bajo contenido energético posee importantes cantidades de vitaminas y minerales, lo más sobresaliente es su aporte de potasio (120 mg por cada 100 de fruta comestible) y vitaminas A, B6 y C.
Este fruto ayuda a mantener al organismo y la piel hidratada, a mejorar la retención de líquidos, prevenir la formación de piedras en los riñones, cuidar la salud del corazón y fortalecer el sistema inmune.
Como lo dice el portal Túa Saude, el licopeno que se encuentra en la sandía, por su acción antioxidante y antiinflamatoria, impide la oxidación del colesterol LDL “malo”, previniendo así la formación de las placas de aterosclerosis y el desarrollo de enfermedades cardíacas.
Esta fruta aporta antioxidantes, algo de fibra y otros minerales como el magnesio (11 mg) o el calcio (7 mg). De su composición destaca su contenido en carotenoides como la luteína, un elemento ayuda a reducir la presión sanguínea, según 20 Minutos.
De hecho, los problemas circulatorios y del corazón se agrupan en dos categorías: congénitos, lo que significa que el problema estaba presente en el momento del nacimiento; y adquiridos, lo que significa que los problemas se desarrollaron en algún momento de la infancia, la niñez, la adolescencia o la vida adulta.
“La sandía puede ayudar a reducir el estrés oxidativo y desempeñar un papel en la prevención de las cardiopatías”, afirma el doctor Jack Losso, profesor de Nutrición y Ciencias de la Alimentación de la Universidad Estatal de Luisiana.
Cabe recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ingerir cinco porciones de fruta al día intercalándolas con verduras, la sugerencia es consumir vegetales en la cena y el almuerzo; y las frutas deben estar presentes en el desayuno y las dos meriendas del día.
Por otro lado, La FEC recomienda que los pacientes con enfermedades renales la ingieran con frecuencia gracias a sus propiedades diuréticas y dentro de sus componentes se encuentra los alcalinizantes; estos favorecen la eliminación de ciertos ácidos nocivos que suelen acumularse dentro del organismo.
Además, cumple con una función importante en el sistema inmunológico porque estimula “las células de defensa” del cuerpo, aportando vitamina A y vitamina C, previniendo así posibles resfriados o gripes.
Los antioxidantes que posee la sandía liberan al cuerpo de los radicales libres, los cuales, en cantidades normales, ayudan al organismo a liberar toxinas y mantenerlo saludable y alejado de enfermedades crónicas. Por otro lado, debido a la vitamina C que contiene esta fruta, es fundamental para la reparación de los tejidos en todas las partes del cuerpo. Esta vitamina ayuda a la sanación de las heridas y a la formación de tejido cicatricial.
Existen alimentos como las frutas que ayudan con la producción de colágeno y, según la revista mexicana Glamour, la sandía cumple esa función. También, como se ha dicho, posee antioxidantes que previene el surgimiento de manchas, arrugas o líneas de expresión.
“Es ideal para utilizarse como exfoliante debido a su riqueza en antioxidantes. Gracias a estas propiedades exfoliantes, podemos eliminar las toxinas y los residuos del cutis y, en consecuencia, obtener una piel más radiante y joven”, explica UnCOMO.