Mantener un peso saludable es de vital importancia para el bienestar general del ser humano. Sin embargo, el camino no siempre es fácil, especialmente cuando se trata de una persona que ya está en condición de sobrepeso u obesidad.
El principal riesgo está asociado con las enfermedades que se pueden desarrollar cuando una persona está por encima de su peso ideal. Según reseña la Organización Mundial de la Salud (OMS), tanto el sobrepeso como la obesidad pueden incidir negativamente sobre la función cardiovascular.
La enciclopedia médica MedlinePlus indica que si bien alcanzar y mantener un peso saludable puede ser un desafío, tener un estilo de vida saludable -incluyendo patrones de alimentación sanos y hacer actividad física regular- puede ayudar a perder peso.
“También puede reducir la probabilidad de desarrollar problemas de salud relacionados con el peso”, anota el servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Entonces, ¿qué cuidados deberían tenerse a la hora de comer? Para empezar, vale la pena realizar un ejercicio meticuloso y revisar qué alimentos componen la dieta, pues algunos de ellos podrían potenciar el aumento de peso.
Ojo con estos alimentos
El almuerzo es una de las tres comidas principales del día. Por ello, es normal que las personas traten de incluir alimentos de primer nivel en su menú. No obstante, algunos podrían estimular la ganancia de peso.
La revista Mejor con salud recoge algunos alimentos que son comunes en el plato del almuerzo, pero que debido a su valor nutricional pueden conllevar la ganancia de peso, y no precisamente por el crecimiento de tejido magro.
1. Papas fritas
Las papas o patatas son tubérculos en cuyo valor nutricional destaca la presencia de potasio, vitamina C, B6 y carotenoides. Aunque su método de preparación es clave.
Una de las opciones más comunes para acompañar el almuerzo es la porción de papas fritas o papas a la francesa. En vista de que su sabor es del agrado para muchos, caer en los excesos resulta tentador.
El problema yace en que el consumo desenfrenado de papas fritas puede estimular el aumento de peso, esto debido a su alto contenido de grasa y carbohidratos.
2. Gaseosas y demás bebidas azucaradas
Muchas personas suelen incluir las gaseosas en su dieta. El escenario resulta particularmente adverso teniendo en cuenta que estas bebidas poseen altas cantidades de azúcar, lo cual no solo estimula el aumento de peso, sino que también eleva los niveles de glucosa en la sangre.
3. Carnes procesadas o embutidos
La OMS recomienda el consumo de carnes magras, es decir, con un contenido bajo de grasa. Estas fuentes alimenticias son completamente distintas a los alimentos ultraprocesados.
En este caso puntual, algunos piensan que la carne de determinado animal ‘engorda’. La realidad es que todo depende de las porciones y del tipo de alimento, es decir, si es natural o procesado.
En ese orden de ideas, el consumo excesivo de productos como las salchichas, la mortadela y el tocino elevan las probabilidades de aumentar de peso.
4. Postres
En este punto es crucial analizar qué entiende una persona a la hora de referirse a un postre. La definición común lo dibuja como un alimento dulce, de buen sabor y de una porción moderada.
Usualmente, estos productos contienen grasas trans, una sustancia que estimula el amento de colesterol malo. Cuando los niveles de colesterol malo están por encima del promedio, puede llevar a la formación de placa, obstruyendo los vasos sanguíneos y aumentando el riesgo de padecer problemas cardiovasculares.
5. Comida rápida
No todos tienen la facilidad de preparar su almuerzo en casa. En su lugar, algunos se ven obligados a almorzar en restaurantes de comida rápida: hamburguesas, perros calientes, pizza, burritos, entre otros.
En su mayoría, este tipo de alimentos poseen una elevada carga calórica, lo que a su vez potencia el aumento de peso.
¿Cómo prevenir el aumento de peso?
Los alimentos descritos previamente no son los únicos que estimulan el aumento de peso. En tal virtud, es conveniente consultar con un nutricionista para estructurar una dieta adecuada en función de las características de cada persona.
En sus pautas generales para una alimentación saludable, la OMS recomienda priorizar el consumo de vegetales, frutas, legumbres y carnes magras. Al mismo tiempo, sugiere evitar alimentos ultraprocesados, con alto contenido calórico y elevados en azúcar.
De igual manera, complementar una dieta balanceada con hábitos como el ejercicio es fundamental.