El ajo es uno de los alimentos de origen natural más populares en la gastronomía. Es muy utilizado tanto en las cocinas de las familias colombianas como en las de diferentes partes del mundo. Es muy versátil, contribuye a disminuir la sal que se le agrega a las distintas comidas y se puede consumir crudo o cocido.
De igual manera, es necesario destacar que sus dientes son altamente implementados para realizar salsas y demás productos de este tipo. Se suelen encontrar en su propio estado y en diversas presentaciones como, por ejemplo, en polvo o molido. Algunas de las características de este alimento son su fuerte aroma y sabor.
“El ajo es una planta de la misma familia que la cebolla, los puerros y las chalotas. Es cultivado en amplias zonas del mundo y muy utilizado en la cocina. Sobre su origen, se dice que llegó al Próximo Oriente hace unos cuatro mil años procedente de Asia central. Su uso en la India y Egipto está documentado en el tercer milenio antes de Cristo”, explica el sitio web Cuídate Plus.
Los beneficios de este popular alimento cuando se consume crudo son varios, pero su ingesta debe ser moderada, dado que un exceso impide que sus nutrientes puedan ser del todo absorbidos por el organismo y puede ocasionar varios problemas de salud como, por ejemplo, náuseas y ardor en la boca, el esófago y el estómago.
Asimismo, cabe mencionar que este elemento de origen natural, si se va a consumir por primera vez o se tiene alguna afección que prohíba o limite su ingesta, debe ser autorizado por un profesional de la salud de acuerdo con las condiciones de cada persona.
Ahora bien, cuando se come crudo y en cantidades adecuadas, la plataforma digital Cocina Fácil hace hincapié en cinco beneficios poco conocidos de un alimento tan saludable como el ajo:
1. Disminuye los niveles altos de colesterol en la sangre. “Debido a que el ajo es muy bueno para disminuir la presión arterial y dilatar los vasos sanguíneos por su contenido en ácido nítrico, también es capaz de bajar los niveles de colesterol si se consume crudo”, inicia afirmando el portal.
2. Ayuda a fortalecer el sistema inmune. Por ser un alimento de origen vegetal con altas propiedades antivirales, antimicóticas y antibacterianas, el ajo puede ayudar a contrarrestar enfermedades comunes de las vías respiratorias como, por ejemplo, los resfriados e incluso el asma.
3. Es bueno para la digestión. “El ajo, además, es capaz de estimular las mucosas gastrointestinales, causando un aumento en la bilis y las secreciones del tracto digestivo. De este modo, tu organismo se prepara de mejor forma para digerir los alimentos y logrará que los procesos después de la comida se lleven a cabo en el sistema digestivo mucho más fácil”.
4. Combate una enfermedad como la artritis. Una de las principales propiedades de un alimento como el ajo es que es rico en selenio, un mineral que tiene la capacidad de combatir los dolores y molestias articulares y, por ende, la artritis.
5. Protege la salud del corazón. “Finalmente, este vegetal protege al corazón gracias a su capacidad para mejorar la circulación sanguínea, pues el ajo es un vasodilatador, logrando que la sangre fluya con mayor facilidad y evitando que contraigas enfermedades cardíacas”, concluye el portal.
Por lo general, el ajo es incluido por muchas personas en la dieta alimenticia en ayunas, pero también se puede comer en el almuerzo o en la cena. Además, sirve para sazonar varias preparaciones.