¿Qué es ser inteligente? Esa puede ser una buena pregunta para comenzar con un tema que cada día es más debatido y genera un cuestionamiento hasta filosófico. Pero para evitar un panorama tan amplio es bueno comenzar por la etimología de la palabra.

“El término inteligencia proviene del latín intelligentĭa, que a su vez deriva de inteligere. Esta es una palabra compuesta por otros dos términos: intus (“entre”) y legere (“escoger”). Por lo tanto, el origen etimológico del concepto de inteligencia hace referencia a quien sabe escoger: la inteligencia permite seleccionar las mejores opciones para solucionar una cuestión”, explica la Junta de Andalucía.

Etimológicamente, la inteligencia hace referencia a quien sabe escoger.

Pero esta puede ser una definición de inteligencia, porque al respecto se ha estudiado bastante y hay gran cantidad de teorías que intentan explicar qué es.

“El concepto de inteligencia está directamente relacionado con nuestra capacidad intelectual, así como nuestras habilidades para el razonamiento verbal, espacial y numérico. Sin embargo, esta definición, pese a verse reflejada con frecuencia en el desempeño académico de los individuos, deja de lado aspectos como el manejo de las emociones y las relaciones sociales, las cuales también juegan un papel importante en la forma en que los seres humanos resolvemos problemas”, explica la Universidad Eafit.

Ahora, es clave comprender que hay diversas teorías sobre la inteligencia.

  • Teoría de las inteligencias múltiples: fue propuesta por Howard Gardner, quien afirmó que las personas tienen competencias específicas en diversas áreas, además del razonamiento lógico-matemático. De esta manera, también existen las inteligencias musical, corporal, espacial, lingüística, naturalista e interpersonal.
  • Teoría de la Inteligencia Fluida: la desarrolló el psicólogo británico Raymond Cattell y se refiere a cómo los individuos utilizan a su favor saberes que han obtenido en su proceso de desarrollo para resolver problemas a los cuales nunca se habían enfrentado. “Para eso, se necesita razonamiento, capacidad de análisis y habilidad para extrapolar conceptos que permitan abordar nuevos problemas de manera innovadora. En otras palabras, según esta definición, la inteligencia no es saber mucho, sino saber qué hacer con lo que se sabe”, detalla la institución educativa.
  • Teoría de los tres estratos de la inteligencia: su ponente es Jhon B. Carroll, quien reunió trabajos previos de autores como Charles Spearman, Louis Leon Thurstone y el mismo Raymond Cattel. Aquí aseguran que la inteligencia está formada por tres estratos: el primero (los más simples), el segundo (los más complejos), y el tercero (el más general)
Desde hace varios años ha crecido el aprendizaje social sobre la inteligencia emocional. | Foto: Getty Images

Cinco hábitos para potenciar la inteligencia

Con el contexto anterior y de acuerdo con Cromos, hay cinco hábitos que pueden potenciar la inteligencia.

  • Leer regularmente: el libro es el amigo del sabio, reza un dicho que muestra que la lectura es una forma de adquirir conocimientos y ampliar la perspectiva. “Dedica tiempo a leer libros, revistas, artículos en línea o cualquier otro tipo de material que te interese. Esto te ayudará a mejorar tu vocabulario, desarrollar tu pensamiento crítico y adquirir nuevas ideas”, señala la revista.
  • Aprender constantemente: esto se relaciona con potenciar la curiosidad y el encanto por aprender cada día algo nuevo. “Puedes hacerlo a través de cursos en línea, asistiendo a conferencias, escuchando pódcast educativos o incluso viendo documentales. Mantén tu mente abierta y busca oportunidades para adquirir conocimientos en diferentes áreas”, recomiendan.
  • Desarrollar habilidades de pensamiento crítico: aquí es necesario recordar que el pensamiento crítico es analizar y evaluar la información de manera objetiva y reflexiva. “Practica cuestionar y examinar tus propias creencias y suposiciones, así como las ideas de los demás. Busca diferentes perspectivas y considera diferentes puntos de vista antes de llegar a conclusiones”, detallan.
Expertos indican que leer es buen hábito que mejora la salud mental. | Foto: Foto: Getty Images.
  • Establecer metas y desafíos: esto mantiene la mente activa y motivada. “Fíjate objetivos claros y realistas y trabaja para alcanzarlos. Esto te ayudará a desarrollar habilidades de resolución de problemas, perseverancia y superación personal”, sugiere Cromos.
  • Mantener una mente abierta y estar dispuesto a equivocarse: en este último punto recuerdan que la inteligencia no solo se trata de conocimientos, sino también de ser adaptable y estar dispuesto a aprender delos errores. “Acepta los desafíos como oportunidades para crecer y expandir tus habilidades. No temas cometer errores, ya que son oportunidades de aprendizaje que te permiten mejorar y obtener nuevas perspectivas”, explican.