Uno de los peores hábitos que hay -sin lugar a dudas- es fumar, el cual conlleva a complicaciones si no se elimina a tiempo. Al ser una adicción que consta del consumo de sustancias nocivas, este hábito genera complicaciones de salud. Sin embargo, hay otras acciones que son igual de dañinas así no lo parezcan.
Al hablar de fumar, se hace referencia a uno de los hábitos más peligrosos del planeta, especialmente porque es común que miles de personas lo sigan alrededor del mundo. Cuando se convierte a una adicción, la nicotina inhalada termina destruyendo pulmones, riñones y, en el peor de los casos, es el detonante para que las personas tengan un desenlace fatal.
No obstante, el informe Satisfacción con las relaciones sociales y acumulación de enfermedades crónicas y multimorbilidad: una cohorte nacional de mujeres australianas reveló que hay otra serie de hábitos igual o peores que fumar, así a simple vista no parezcan ser una condición de riesgo. El primero es estar sentado todo el día sin hacer algo de ejercicio.
Estar sentado frecuentemente durante muchos periodos de tiempo prolongados, sea en un carro o en una oficina, implica un riesgo de cara al mañana para la salud. Por ejemplo, el sedentarismo en Canadá está relacionado con más de 160 pacientes con cáncer de lengua, mama, próstata y colon.
Bajo ese contexto, los expertos recomiendan tomar breves descansos del trabajo, inclusive, y si se puede, no queda de más caminar un momento alrededor de la oficina. Si bien no se puede eliminar el hábito de estar sentado por las actividades diarias, lo que sí se puede hacer es que la permanencia sea más amena tomando estos descansos, los cuales pueden ir mezclados a hábitos positivos (por ejemplo, servirse agua, preparar comida o limpiar la casa en caso de trabajar remotamente).
Otra actividad negativa es comer excesivas cantidades de carne. Dependiendo del origen del producto, la carne tendrá hormonas y antibióticos empleados para acelerar el crecimiento de los animales para engorde. Cuando se consume en exceso productos con tales componentes, el efecto en el cuerpo termina siendo el mismo que la nicotina.
En cambio, lo correcto es sustituir de vez en cuando las proteínas animales por vegetales, tales como guisantes, lentejas, garbanzos, entre otras. Los investigadores encontraron que una dieta rica en estos productos ofrecen la misma cantidad de proteína de la carne, por lo que su reemplazo no es perjudicial. A modo de contraste, las personas que superan los límites al comer carne, terminan siendo más propensos a padecer cáncer.
El tercer hábito negativo sigue yendo de la mano con la alimentación, concretamente con cocinas constantemente con el aceite equivocado. La cocción a alta temperatura con aceite de soja provoca la liberación de partículas nocivas para la salud, las cuales son igual de dañinas que los aldehídos e hidrocarburos aromáticos generados al expulsar el humo del cigarrillo.
Por lo tanto, la sugerencia radica en que, al momento de hacer mercado, elegir el tipo de aceite óptimo es clave para las preparaciones. Por ejemplo, el aceite de oliva no es bueno para freír o cocinar a altas temperaturas, pero es excelente para cocinar a bajas temperaturas o en ensaladas. El aceite de aguacate es ideal para usar a altas temperaturas.
Si bien el siguiente hábito no es tan frecuente como los anteriores, también hace parte de la lista. Se trata del bronceado artificial, el cual ha sido responsable de más de 400 mil casos de cáncer de piel en Estados Unidos. Por lo tanto, los expertos aseguran que no hay que someterse a estos tratamientos, sino aquellos de corte natural para cumplir el propósito de cambiar el tono de piel.
Finalmente, el hábito negativo que cierra la lista es no descansar lo suficiente en las noches. La falta de sueño causa presión arterial alta, problemas cardiacos, derrames cerebral y obesidad, entre otras condiciones. Contar con un descanso recomendado influirá positivamente en las personas.