Un reciente estudio publicado en la revista científica Nature Geoscience reveló que el planeta Tierra no siempre tuvo días de 24 horas debido a la evolución de unos microorganismo presentes en la superficie hace más de 2.000 millones de años, que condujeron al aumento de los niveles de oxígeno necesarios para albergar vida.
Los científicos encontraron que durante la época primitiva terrestre la rotación de nuestro planeta se hizo más lenta, lo que pudo haber impulsado la cantidad de oxígeno liberado por los microorganismos denominados ‘cianobacterias fotosintéticas’, determinando así el momento de la oxigenación en la Tierra.
En ese sentido, los días se hicieron más largos y los niveles de oxígeno aumentaron hasta abrirle paso a la diversidad de la vida animal. Su conclusión se inspiró en un estudio de las comunidades microbianas actuales que crecen en condiciones extremas en el fondo de un sumidero sumergido del lago Hurón (Estados Unidos), a 30 metros bajo la superficie del agua.
Los científicos explicaron que el agua del sumidero es rica en azufre y baja en oxígeno, por lo que las bacterias de colores brillantes que prosperan allí se consideran buenos análogos de los organismos unicelulares que formaban colonias similares a alfombras hace millones de años en nuestro planeta.
El estudio, liderado por Arjun Chennu, del Centro Leibniz de Investigación Marina Tropical, plantea que la mayor duración del día aumenta la cantidad de oxígeno liberado por las alfombras microbianas fotosintéticas.
Ese hallazgo permitió que los investigadores establecieran un vínculo no considerado anteriormente entre la historia de la oxigenación de la Tierra y su tasa de rotación. Mientras que la Tierra gira ahora sobre su eje una vez cada 24 horas, la duración del día era posiblemente tan breve como 6 horas durante la infancia del planeta.
Los otros coautores del estudio fueron Judith Klatt, del Instituto Max Planck de Microbiología Marina, junto con expertos de la Universidad de Michigan y de la Universidad Estatal de Grand Valley.
“Nuestra investigación sugiere que la velocidad a la que gira la Tierra, en otras palabras, la duración del día, puede haber tenido un efecto importante en el patrón y el momento de la oxigenación del planeta”, aseguró en un comunicado el geomicrobiólogo de la Universidad de Michigan Gregory Dick, miembro de la investigación y profesor del Departamento de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la UM.
Los investigadores simularon la ralentización gradual de la velocidad de rotación de la Tierra y demostraron que los días más largos habrían aumentado la cantidad de oxígeno liberado por los primeros tapetes de cianobacterias de una manera que ayuda a explicar los dos grandes eventos de oxigenación del planeta.
Los primeros en plantear esa teoría
Las cianobacterias existen desde hace miles de millones de años y fueron los primeros organismos en descubrir cómo capturar la energía de la luz solar y utilizarla para producir compuestos orgánicos mediante la fotosíntesis.
A estas bacterias se les atribuye la liberación de oxígeno que posteriormente permitió la aparición de los animales multicelulares. El planeta se fue transformando poco a poco, pasando de una cantidad de oxígeno prácticamente nula a los niveles atmosféricos actuales, que rondan el 21 %.
La gran novedad del estudio es que los autores son los primeros en relacionar estos movimientos microbianos y las tasas de producción de oxígeno resultantes, con los cambios en la duración del día a lo largo de la historia terrestre.
Una de las claves para entender el vínculo propuesto entre el cambio de la duración del día y la oxigenación de la Tierra es que los días más largos prolongan el periodo de alta luminosidad de la tarde, lo que permite a las cianobacterias fotosintéticas producir más oxígeno.
Con información de Europa Press.