El cáncer es una de las enfermedades más mortales del planeta. Su evolución es rápida y cualquier persona puede ser propensa a tenerla. Por lo tanto, anticiparse a un estado de alto desarrollo es necesario para combatirla con prontitud.
El estudio ‘Signos y síntomas de cáncer’, realizado por la organización Cancer Research UK, dio a conocer que aproximadamente la mitad de la población británica ha tenido cáncer sin saberlo, dado que hay algunos síntomas desapercibos que generan una complicación en el organismo a largo plazo.
El primero es la pérdida inexplicable de peso. Gran parte de los pacientes con cáncer notarán cómo su peso corporal caerá de un momento a otro, sin haber seguido una dieta que conllevara a ello. Los expertos aseguran que dejar de tener cinco kilos en un periodo de tiempo rápido puede ser un indicio de cáncer, principalmente de páncreas, estómago, esófago o pulmón.
Por otro lado, la fiebre puede ser otro detonante del desarrollo cancerígeno cuando se vuelve una tendencia sin razón. Un aumento en la temperatura corporal interna que tiende a propagarse a varias zonas es motivo suficiente para acudir a un centro médico, con el fin de tener claridad sobre esa particular sintomatología.
De la mano con este punto, el cansancio cumple un papel importante. Cuando las personas se sienten agotadas de una manera extrema, sin haber realizado una ardua actividad física, se debe buscar la raíz del problema. El asunto es más preocupante cuando el cansancio viene acompañado de pérdidas de sangre.
El cuarto síntoma de alarma corresponde a los cambios irregulares que se pueden presentar en la piel. La investigación expone que un estado inesperado de hiperpigmentación, ictericia, eritema, prurito o crecimiento excesivo de vello corporal, puede ser causante de cáncer de piel. Los cambios no deben ser sutiles, sino que la emergencia ocurre cuando las manchas son más que notables.
Unos de los sistemas que se complica en un principio ante el desarrollo de células cancerígenas corresponde a aquellos encargados de eliminar desechos. Los signos anteriormente mencionados, junto a estreñimiento, diarrea, aumento del tamaño de las heces o incapacidad de expulsar la orina con facilidad, pueden obedecer a algún tipo de cáncer.
La cicatrización de heridas es otro punto de especial atención. Los lunares pueden ser inofensivos, siempre y cuando no crezcan anormalmente, duelan o empiecen a sangrar por el mínimo contacto. Al momento de experimentar eso, cabe la posibilidad que, en verdad, sean heridas que no pueden cicatrizar con normalidad después de cuatro meses.
Adicionalmente, la presencia peculiar de llagas en la boca es otro tipo de heridas relacionadas con el desarrollo cancerígeno. Cualquier cambio en esa zona debe ser examinado por especialistas de la salud, en pro de impedir la propagación de la enfermedad en otros tejidos.
El sangrado inusual es otra complicación de la cual preocuparse por la posibilidad de tener cáncer. Este síntoma es común tanto en etapas iniciales o avanzadas, por lo que tener un dictamen médico es importante para conocer el grado de complicación.
Adicionalmente, el sangrado no sólo debe estar en la piel, sino que su presencia en el excremento o en los dientes puede ser una señal de alarma a la cual no se debe hacer caso omiso.
Por otro lado, el octavo síntoma es el endurecimiento inexplicable o presencia de masas en cualquier parte del cuerpo. Gran parte de los tipos de cáncer se pueden palpar, por lo que el tacto es un modo para preocuparse y acudir ante un especialista de salud con prontitud.
Tener dificultades para trabajar es otro síntoma de alarma. Cuando pasar saliva o comida se torna persistente y acarrea una indigestión sin infección, puede haber una señal de sumo cuidado. De la mano con este asunto, una tos persistente y ronquera es igual de problemática.