Comer frutos rojos aporta diferentes nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo, por lo que es muy beneficioso su consumo diario. Estos aportan abundante agua, una alta cantidad de fibra y diferentes vitaminas y minerales.
Varios expertos reconocen que comer frutas altamente coloreadas como los frutos rojos, pueden mejorar la salud. En concreto, se trata de compuestos fenólicos como los flavonoides, las antocianinas y los taninos junto a otras sustancias antioxidantes, según el portal Mejor con Salud.
Los expertos de la Fundación Española del Corazón señalan que las frutas -y también los frutos rojos- pueden ayudar a reducir el colesterol, cuidar la salud cardiovascular y, en especial, luchar contra los radicales libres, que son los elementos que aceleran el envejecimiento celular y aumentan la predisposición a desarrollar diversas enfermedades.
Sin embargo, cada baya tiene sus propias particularidades. Por esta razón, cuanta más variedad de frutos rojos se consuman, mayor variedad de antioxidantes se le brindará al organismo.
Beneficios de los frutos rojos
Ciruelas
- El principal componente de las ciruelas es el agua, al igual que en la mayoría de frutos, y aunque no es relevante el aporte de vitaminas, contiene vitamina E y provitamina A.
- Es ideal para problemas digestivos como el estreñimiento, ya que destaca la presencia de sorbitol, de leve acción laxante.
- Es fuente de minerales, siendo el más elevado el potasio. Incluso, aportan ácidos hidroxicinámicos, así como se destacan por su actividad antioxidante.
Fresas
- Esta fruta, que tiene bajo contenido energético, aporta vitamina C, antocianinas y ácidos orgánicos, según la Fundación Española de Nutrición (FEN).
Moras
- Al igual que otras frutas, tienen poco contenido energético, pero aportan un alto contenido de fibra. Son fuente de vitamina C y vitamina E.
- Una ración de moras cubre el 30 % de las ingestas recomendadas de esta última vitamina.
- Lo que hace de la mora una fruta valiosa son sus grandes cantidades de pigmentos naturales (antocianósidos y carotenoides) de gran poder antioxidante, según la FEN.
Cerezas
- Entre sus beneficios, aporta cantidades considerables de fibra, que mejora el tránsito intestinal, y en pequeñas cantidades contiene vitamina C, tiamina, folatos y provitamina A.
- Tiene cantidades importantes de potasio y en menor proporción magnesio, hierro, fósforo y calcio.
Frambuesas
- La mayoría de las variedades son de verano y, al igual que las anteriores, destaca por su alto contenido en fibra. También es fuente de vitamina C y folatos.
- Destaca su alto contenido en compuestos fenólicos (monofenoles, polifenoles y flavonoides) entre los que se encuentran antocianinas, cianidinas, elagitaninos, ácido elágico e hidroxicinamatos, que junto a la vitamina C hacen de este alimento una gran capacidad antioxidante.
Grosellas
- Este fruto rojo, aunque menos común, es perfecto los días de sol, ya que su estacionalidad se centra en los meses de agosto y septiembre. Además, es fuente de fibra y vitamina C, siendo las negras más ricas en esta vitamina que las rojas.
- De hecho, una ración de grosellas cubre el 90 % de las ingestas recomendadas de esta vitamina.
- En cuanto a los minerales, posee cantidades considerables de potasio y hierro. Las grosellas son también ricas en sustancias polifenólicas, como los flavonoides.
Arándanos
- Las antocianinas son las responsables del color azul de esta fruta y multiplica los niveles de antioxidantes que circulan por la sangre.
- Están especialmente indicados para mantener en buen estado los vasos sanguíneos.
Cabe resaltar que lo ideal es consumir un tazón de frutos del bosque al día, aunque lo cierto es que cada quien es libre de elegir la cantidad que considera más adecuada para su cuerpo. Esto, siempre teniendo en cuenta lo que indique el nutricionista.