El ejercicio es aquella actividad que fortalece el sistema inmune, óseo, muscular e incluso mantiene la salud mental, siendo un hábito preventivo para contrarrestar cualquier enfermedad, que no elimina factores de riesgo, sino que los reduce.

Además, en muchos casos hace parte de tratamientos médicos como por ejemplo, la artritis: un dolor e inflamación en las articulaciones que sus síntomas pueden ser aliviados con hidroterapia, un ejercicio acuático de agua caliente, explica Healthline.

Por lo tanto, el ejercicio puede también ayudar a contrarrestar algunos síntomas de la gripe, tales como, la congestión nasal, indica Clínica Mayo, siempre y cuando la persona no tenga fiebre y se considere un resfriado leve.

Sin embargo, el doctor, Edward R. Laskowski, de la institución de salud y ciencia americana ya mencionada, en uno de sus artículos da algunos consejos de cuando no se sugiere hacer ejercicio mientras se tiene una afección respiratoria:

  • Cuando hay dolores de pecho o estomacales, ni siquiera si hay tos con flema;
  • tampoco cuando se presenta dolor muscular o fatiga.
  • No se sugiere ninguna actividad física en quienes tengan covid-19.

Sin embargo, sí se puede hacer ejercicio cuando los síntomas no sean por debajo del cuello, pero si por encima, como congestión nasal, goteo de la nariz, estornudos, entre otros. Además, sugiere no realizar ejercicio con la misma intensidad con la que se suele llevar a cabo, sino más bien reducir los tiempos.

Foto referencia sobre gripe. | Foto: Thomas M. Barwick INC

No obstante, Laskowski aconseja descansar, es decir, no hacer ejercicio, entendiendo que la enfermedad “no afectará tu rendimiento”, ya que al esforzar el cuerpo cuando está débil, puede provocar una lesión o una complicación grave de salud.

Por su parte, el portal Salud180 cita un estudio que asegura que el ejercicio aumenta las defensas del cuerpo, evitando que se desarrolle un resfriado. Lo anterior se evidencia en personas que regularmente hacen ejercicio (por lo menos 5 días a la semana) disminuyeron hasta en un 46% las probabilidades de desarrollar enfermedades respiratorias, esto resultó de una investigación hecha entre voluntarios de 18 a 85 años de edad, publicados en British Journal of Sports Medicine.

Gripe

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, menciona que la gripe es una infección causada por el virus de la influenza que impacta de manera negativa el sistema respiratorio. Explica la diferencia que hay entre los resfriados y la gripe, asegurando que los primeros son comunes, mientras que la segunda se da “una vez en varios años”.

En la actualidad existen medicamentos o jarabes que prometen aliviar sus síntomas; sin embargo, se recomienda consultar con un médico ante la gravedad de la afección, porque algunas personas son alérgicas a los compuestos de estos tratamientos.

Foto de referencia sobre una mujer con gripe | Foto: Getty Images

Ejercicio

La falta de actividad física desfavorece el cuerpo, ya que el ejercicio tiene la capacidad de contrarrestar el desarrollo de muchas enfermedades o trastornos como la depresión y la ansiedad que afectan el comportamiento y los pensamientos.

Existe una lista amplia de ejercicios que pueden llevarse a cabo según la condición física y la necesidad de una persona. De acuerdo con la Clínica Mayo, las rutinas físicas deben ser apropiadas para cada quien. Entre tanto, recomienda que si una persona quiere entrenar con ejercicio aeróbico, debe hacerlo por lo menos en 150 minutos de manera pausada; pero si es intensa su sesión física, debe ser de 75 minutos.

Si lo que se busca es perder peso, el ejercicio es ideal porque acelera el metabolismo, en un total de 300 minutos distribuidos en 42 minutos cada día de la semana, una persona puede lograr tal fin. Cabe recordar que en este ejercicio se puede caminar, correr, nadar, montar en bicicleta, entre otros, ya que a diferencia del ejercicio muscular, este no requiere levantamiento de pesas.