El zinc es un oligoelemento esencial que se encuentra comúnmente en las carnes rojas, las aves y el pescado. De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, este nutriente es necesario en pequeñas cantidades para el crecimiento y el sentido del gusto de los humanos.

Como tal, el zinc se encuentra en todo el organismo y es indispensable para la función inmunológica, la cicatrización de heridas, la coagulación de la sangre, la función tiroidea y juega un papel clave en el mantenimiento de la visión y podría tener efectos contra los virus. Por lo general, las personas comúnmente usan zinc para la deficiencia de zinc, la diarrea y la enfermedad de Wilson, y también es muy usado para controlar el acné, la diabetes, la anorexia y las quemaduras.

Asimismo, una investigación realizada por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham y del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) detalla que el zinc es un nutriente indispensable para las células del cerebro, que son las encargadas de formar recuerdos para comunicarse adecuadamente.

Según la revista Muy Interesante, los investigadores de dicho estudio publicado en la revista Neuron han observado que el zinc tiene cierta acción mientras regula la comunicación entre las neuronas del hipocampo, donde se producen los procesos de aprendizaje y memoria, y donde una perturbación de la comunicación puede contribuir a la epilepsia.

El zinc es un oligoelemento esencial que se encuentra comúnmente en las carnes rojas, las aves y el pescado. | Foto: GettyImages

Por su parte, el autor principal del estudio y director del Departamento de Neurobiología de Duke, James McNamara, explica que “los suplementos de zinc se venden comúnmente sin receta médica para el tratamiento de varios trastornos cerebrales, incluyendo la depresión, pero que, sin embargo, no está claro si estos suplementos modifican el contenido de zinc en el cerebro o la eficacia de la comunicación entre las células nerviosas”.

De esta forma, el investigador en mención detalla entonces que las personas que consumen suplementos de zinc debe ser cautelosas, en espera de la información necesaria sobre cuáles son las concentraciones adecuadas de este elemento, pues “hace más de 50 años los científicos descubrieron altas concentraciones de zinc en unos compartimentos especializados de las células nerviosas, llamados vesículas, que contienen los transmisores que permiten a las células nerviosas comunicarse”.

Entre tanto, cabe mencionar que las mayores concentraciones de zinc del cerebro se encuentran entre las neuronas del hipocampo, el centro cerebral del aprendizaje y la memoria, por lo que juegan un papel fundamental en la comunicación entre las células nerviosas. De hecho, los investigadores del estudio ha confirmado que la eliminación del zinc de las vesículas de ratones genéticamente modificados impide una buena comunicación.

El zinc es necesario en pequeñas cantidades para el crecimiento y el sentido del gusto de los humanos. | Foto: Getty Images

“Además, también observaron que el aumento del neurotransmisor glutamato aumenta la comunicación mediada por el zinc. Un aumento excesivo de la comunicación de las células nerviosas que contienen zinc produce y empeora la epilepsia”, señala Muy Interesante.

¿Qué beneficios ofrece el zinc a la piel del rostro?

El zinc es uno de los oligoelementos esenciales más habituales en las cremas. Esto debido a que ocupa un lugar importante en los procesos de regeneración de tejidos, crecimiento y división celular. Así lo explica Estefanía Ferrer, ingeniera química y fundadora de LICO Cosmetics.

El zinc se utiliza, principalmente, formulado como óxido de zinc o como gluconato de zinc. La aplicación más popular del formato en óxido es el de filtro solar, ya que es capaz de reflejar los rayos del sol evitando el daño UVA en la piel. Tiene un amplio uso como filtro mineral y suele usarse combinado con óxido de titanio en cremas de protección solar.

Además, este nutriente posee la capacidad de inhibir la proliferación bacteriana, lo que convierte al zinc en un ingrediente indispensable dentro de los productos pensados para las pieles grasas.

Las pieles con rosácea o muy sensibles también agradecen incorporar este mineral en su cuidado diario mediante cremas de protección solar con filtros minerales o físicos porque su gran peso molecular y estabilidad respetan muchísimo este tipo de pieles. Ahora bien, hay que prestar atención a las cantidades: Para el gluconato de zinc, es interesante una concentración del 2%. En el caso del óxido de zinc no puede superarse nunca una concentración del 25%.

El zinc es uno de los oligoelementos esenciales más habituales en las cremas. | Foto: Getty Images

Fuentes alimentarias de zinc

  • Frutos secos (almendras y avellanas).
  • Ostras y algunos tipos de marisco (cangrejo y langosta).
  • Carne roja magra (carne de vaca, cerdo y búfalo).
  • Judías.
  • Verduras (setas, col rizada, guisantes y espárragos).
  • Aves de corral (pollo y pavo).
  • Pescado (platija, sardinas, salmón y lenguado).
  • Productos lácteos (leche, yogur y quesos).
  • Frutas desecadas.