Las frutas y las verduras suelen ser dos de los grupos alimenticios más recomendados a la hora de potenciar al cuerpo humano, gracias a las diferentes propiedades, nutrientes, y vitaminas para el organismo, con el fin de poder estimular las capacidades que este posee y por ende, el rendimiento del ser humano en su vida diaria.

A partir de esto, es importante considerar que el cuerpo humano posee ciertas características en lo que es su funcionamiento puntual, por lo que su reacción a ciertos consumos puede variar, por lo que es clave estar atento a los diferentes efectos que puede presentarse incluso ante la ingesta de estos elementos tan recomendados.

Uno de los grupos con mayor preocupación a la hora de consumir frutas, son los diabéticos, a causa de la gran cantidad de azúcar natural que poseen estas y la forma en que pueden presentar picos de glucosa para quienes sufren de esta enfermedad por la acumulación de esta sustancia en la sangre.

Las frutas deben incluirse en una dieta saludable, según la OMS. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images

Ante esto, es importante considerar algunos impactos posibles por el consumo de frutas al padecer diabetes, al igual que controlar este tipo de consumos a pesar de los distintos efectos que puede generar en el organismo del ser humano.

A pesar de la creencia de que los diabéticos no pueden consumir ningún tipo de fruta, a causa de las consecuencias mencionadas previamente, sin embargo, algunas pueden ser aceptadas siempre y cuando se sigan ciertas recomendaciones puntuales.

Una de estas, son las fresas, una fruta con un sabor inconfundible, y que son resaltadas por distintas capacidades o aportes para la salud, como por ejemplo, minerales como lo pueden ser, el potasio, el manganeso y el magnesio.

De la misma forma, el consumo de fresa es capaz de aportar una gran cantidad de antioxidantes para el cuerpo humano, los cuales son capaces de proteger a los órganos, especialmente por el daño causado a partir de la presencia de radicales libres, los cuales pueden afectar gravemente a las células del cuerpo humano.

La fresa ayuda a bajar el ácido úrico. | Foto: Getty Images

Estas son reconocidas por permitir aliviar ciertas afectaciones para la salud, como por ejemplo, el colesterol, o la hipertensión, a partir de su aporte en antocianinas, o algunas vitaminas como por ejemplo, las de los grupos C, B2 y B3.

Por otro lado, las fresas también aportan una gran cantidad de fibra y agua en su composición, por lo que previene el estreñimiento entre distintas dificultades generales.

En lo netamente referente a la diabetes, es importante considerar que las fresas son aceptadas en cuanto al consumo para la mayoría de diabéticos, ya que curiosamente, se trata de una fruta con un índice glucémico bastante bajo, por lo que suele ser incluida en la dieta de quienes padecen esta enfermedad, como lo reseña el portal, Fruittoday.

Fresas. | Foto: Libre de derechos

Ante esto, es necesario mencionar que el índice glucémico posee una escala numérica entre el 1 y el 100, siendo considerado un alimento con índice glucémico bajo hasta el 55, moderado hasta 70, o elevado por encima de esta cifra; en el caso puntual de la fresa, esta posee un nivel referente a 25 en cuanto a su aporte en glucosa para el organismo.

A pesar de esto, cabe recalcar nuevamente, que cada organismo posee distintas características y puede reaccionar de distintas formas, por lo que se suele recomendar consultar previamente la opinión de un médico especializado, el cual pueda analizar los posibles efectos del consumo de esta fruta de acuerdo al avance de la diabetes, y también dirimir algunas recomendaciones respecto al consumo de esta fruta, para así poder evitar impactos adversos o inesperados.