Alimentarse de forma equilibrada y balanceada es la mejor manera de prevenir el desarrollo de enfermedades. Agregar frutas y verduras a la dieta, en cambio de otros alimentos que no aportan muchos nutrientes es determinante.
Uno de los órganos que más se afecta como consecuencia de una alimentación poco sana y de la falta de ejercicio es el corazón y una de las sustancias de las que se debe limitar su consumo es el azúcar, pues en cantidades elevadas genera serios efectos en este órgano.
Durante años los científicos han trabajado en demostrar que las personas que consumen niveles elevados de azúcar son más propensas a sufrir enfermedades cardíacas. El consumo excesivo de azúcar puede provocar hipertensión arterial e inflamación crónica.
En un artículo escrito para la revista Mejor con Salud, el médico Leonardo Biolatto, asegura que los alimentos con azúcar agregado pueden afectar al corazón más rápido de que se cree.
Refiere un estudio publicado en la revista JAMA, el cual encontró que el consumo elevado de azúcares aumentaba el riesgo cardiovascular. En concreto, las personas con una ingesta de más de 17 % de energía diaria a través de azúcares agregados, aumentaban hasta 38 % el riesgo de muerte por causas cardíacas.
El azúcar agregado normalmente se da en el proceso de fabricación del producto. Es decir, no viene esa cantidad de forma natural en el alimento, sino que el ser humano lo añade a propósito. De cuerdo con Biolatto, las personas que incrementan el consumo de azúcar añadido suelen disminuir la proporción de grasas buenas en la dieta. Al no estimular con los alimentos el aumento del colesterol HDL, conocido como “bueno”, que limpia las arterias, el riesgo cardiológico se multiplica.
Por su parte, una publicación del portal Salud Digital, asegura que una dieta rica en carbohidratos es factor de riesgo para desarrollar sobrepeso y obesidad. Sin embargo, no es el único peligro que enfrentan las personas que consumen mucho de estos alimentos.
De acuerdo con un grupo de investigadores del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), la ingesta excesiva de azucares incrementa el tejido adiposo y el estrés oxidativo, lo que favorece la aparición de hipertensión arterial e hipertrofia cardíaca. Cuando una persona tiene este último padecimiento, su corazón aumenta de tamaño.
Los efectos
El consumo de productos con demasiado azúcar genera que los niveles de glucosa en la sangre se incrementen, aumentando el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2, accidentes cerebrovasculares y cardiopatías.
De igual forma, si en la dieta se incluye mucho azúcar el organismo almacena las calorías extra en forma de triglicéridos; por consiguiente, unos niveles elevados de estos lípidos constituyen un grave factor de riesgo de cardiopatías.
De acuerdo con información del portal Healthline, los niveles altos de triglicéridos (hipertrigliceridemia) se consideran un factor de alto riesgo para el estrechamiento de las arterias (aterosclerosis), lo que puede causar un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco y la enfermedad arterial periférica (EAP). De igual forma, si este tipo de grasa está elevada, la persona está en alto riesgo de desarrollar pancreatitis (inflamación del páncreas) y enfermedad hepática.
Los especialistas también relacionan los alimentos ricos en azúcar con altos niveles de colesterol malo (LDL), culpable de la obstrucción de las arterias que suministran oxígeno al corazón, precisa una publicación del portal Modern Heart and Vascular.
De igual forma, el azúcar puede promover la inflamación en el organismo, lo que provoca un estrés excesivo en el corazón y los vasos sanguíneos, aumentando el riesgo de infarto y muerte prematura, precisa la citada fuente.
Alimentos saludables para el corazón
La Fundación Española del Corazón comparte un listado de alimentos que son favorables para cuidar el corazón y evitar el desarrollo de enfermedades relacionadas.
- Brócoli. Es rico en ácido fólico, zinc, hierro, calcio, vitamina K y antioxidantes. Ayuda a reducir el riesgo de accidentes vasculares.
- Chocolate negro. Este producto ayuda a restaurar la flexibilidad de las arterias y evita que los leucocitos se peguen a las paredes de los vasos sanguíneos.
- Fresas. Estas frutas contienen flavonoides, que contribuyen a dilatar las arterias, protegen el endotelio (la capa interior de los vasos sanguíneos) y controlan la tensión arterial.
- Té verde. Una o dos tazas al día contribuyen a prevenir enfermedades cardiovasculares, ya que ayudan a disminuir los niveles altos de grasa en la sangre.
- Aceite de oliva. La ingesta diaria ayuda a proteger la salud cardiovascular gracias a su composición en ácidos grasos y por sus antioxidantes.
- Salmón. Este pescado ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos e incrementa la fluidez de la sangre, al mejorar la elasticidad de las paredes arteriales.
- Legumbres. Son alimentos ricos en proteínas y bajos en grasa que favorecen los niveles de colesterol en la sangre.