Beber café es un gran placer para muchas personas, además de su gran sabor es un estimulante que muchas personas utilizan para mejorar sus condiciones físicas y productividad.
Sin embargo, por razones de salud, financieras, o de simple disponibilidad, muchas veces el café que se toma no es el propio café procesado de los granos sino el café instantáneo.
Las diferencias y similitudes
El café es la bebida que se obtiene a partir de disolver en agua y posteriormente separar, los granos tostados y molidos de los frutos de la planta del café.
La planta de café es una planta de la familia de las rubiáceas, del género coffea, de esta planta se recogen las cerezas de café, bien sea manual o industrialmente. Esos frutos que se les llama cerezas, tienen que separarse de las semillas o granos de café.
Luego esos granos pasan a ser tostados, al ser pasados por hornos. Gracias a esta parte del proceso, se consigue aumentar el tamaño del grano, reducir la cantidad de cafeína, perder la humedad y adquirir el color tostado típico que caracteriza al café con el que preparamos un café tradicional.
Posteriormente se envasa o empaca, tras haber pasado por un molinillo que reduce el tamaño de los granos. Es con estos granos molidos con los que se prepara el café que llamamos tradicional.
El café instantáneo, también llamado café soluble surte los mismos pasos que el café tradicional, sin embargo, después de que los granos son tostados, se lleva a cabo un proceso llamado liofilización.
La liofilización es un proceso de deshidratación usado para conservar un alimento perecedero o para hacer un material, más conveniente para el transporte. Consiste en congelar primero el material y luego reducir la presión circundante, para permitir que el agua congelada pase de sólido a gas, sin pasar por el estado líquido.
Gracias a esto cuando servimos nuestro café instantáneo, inmediatamente se disuelve en el agua, dándole un sabor a café que no es tan similar al tradicional, aunque por supuesto sí es café.
El café instantáneo ¿Es café?
Por supuesto que ambos tipos de café, corresponden a lo que llamamos café, dado que la única diferencia es el proceso de liofilización al final. Los beneficios del café instantáneo, son los mismos que los del café tradicional, así mismo sus desventajas.
- La mejora de las funciones cerebrales que se obtiene por el consumo de café, se da gracias a la cafeína, así que no se verá afectada por la forma en que se tome.
- El estímulo al metabolismo por el consumo de café, también es uno de los efectos que se sienten después de tomarlo, en cualquiera de sus formas. Esta podrá ser una ventaja para algunas personas, para otras una desventaja.
- Igualmente el consumo de café de ambos tipos estimula la quema de grasa.
- Bien sea instantáneo o tradicional, ambos funcionan para reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
- Tradicional o instantáneo, ambos promueven la longevidad al largo plazo.