Hoy en día, quedarse dormido hasta tarde suele ser un hábito común para muchas personas, pero esto tiene múltiples consecuencias para la salud. De hecho, cuando se trasnocha muy seguido, se está privando al cuerpo del combustible que necesita para repararse por sí mismo.

Como tal, el insomnio, es el trastorno frecuente que altera el sueño. Las personas que lo padecen presentan dificultad para dormir y mantenerse el sueño por un tiempo prolongado. Por lo general, este trastorno puede interferir con las actividades diarias y puede hacer que se sienta somnolencia durante el día.

De acuerdo con el National Heart, Lung and Blood Insititute, el insomnio de corto tiempo puede ser provocado por el estrés o cambios en los horarios y este puede durar unos días o semanas. En cambio, el insomnio crónico, es decir, de largo plazo, puede ocurrir entre tres o más noches por semana y por meses prolongados.

Como todo trastorno, este problema también generar algunas alteraciones en el organismo a las cuales se les debe prestar atención. El portal web Vida Lucida lista cuatro de ellos:

Aumento del peso

Cuando no se duerme correctamente y en los tiempos debidos, el cuerpo comienza a sufrir algunos cambios, entre ellos, el aumento de peso que puede llevar al sobrepeso y la obesidad. Cuando se priva al cuerpo del sueño, esto puede desgastar más y provocar el sedentarismo.

Con respecto a esto, un estudio realizado en 2015 en el Weill Cornell Medical College y presentado en la Reunión Anual de la Sociedad de Endocrinología indica que es esencial prestarle atención a la hora en la que se duerme. Este estudio se realizó con 522 participantes y se demostró que las personas que se acostaron tarde fueron 72 % más propensas a volverse obesos, en comparación con los que se acostaron más temprano.

Cuando se priva al cuerpo del sueño, esto puede desgastar más y provocar el sedentarismo. | Foto: Peter Dazeley

La presión arterial aumenta

Se ha comprobado que las personas que solo duermen por periodos cortos de tiempo, tiene una mayor probabilidad de experimentar un aumento de la presión arterial durante la noche. Cuando esto sucede, normalmente el corazón estaría trabajando más de lo que debería durante su período de descanso y esto no solo ejerce presión sobre el corazón, sino que también afecta la capacidad del cuerpo para mantener niveles óptimos de azúcar en la sangre.

Problemas cardíacos

Según el portal en mención, trasnochar puede causar el engrosamiento de los vasos sanguíneos, las arterias y los ventrículos del corazón que puede conducir a una insuficiencia cardiaca. Incluso, un estudio publicado en la Revista Europea de Cardiología Preventiva evidenció que las personas que trasnocha constantemente tiene más probabilidades de sufrir un ataque al corazón y tener otros problemas cardiovasculares.

Trasnochar puede causar el engrosamiento de los vasos sanguíneos, las arterias y los ventrículos del corazón. | Foto: Getty images

Afecta la respuesta a las enfermedades

Un estudio realizado por los investigadores del Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) señala que el ciclo de sueño y vigilia de nuestro cuerpo, también conocido como ritmo circadiano, tiene un papel esencial en el mantenimiento del sistema inmunológico. Esto se debe a que la producción y liberación de los anticuerpos, regula la respuesta inmunitaria y hay una menor interrupción de ritmo circadiano.

De este modo, la reducción del sueño puede causar un impacto negativo en las funciones del sistema inmunológico, como la movilización de leucocitos y la diferenciación de células T.

Tips imprescindibles para dormir y evitar el insomnio

Medline Plus, Biblioteca de Medicina de EE. UU., brinda algunas recomendaciones para mejorar los hábitos de sueño:

  • Acostarse y levantarse a la misma hora.
  • En caso de no poder dormir, levantarse, salir de la cama e ir a otro lado.
  • Realizar actividades tranquilas y que ayuden a relajarse (leer).
  • Tener un colchón cómodo.
Se recomienda bañar el cabello cada 24 o 48 horas. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images
  • Verificar que en la habitación no haya ruidos.
  • Consumir bebidas tibias y que no contenga cafeína.
  • Tomar una ducha caliente.
  • Meditar.