La cúrcuma es una especia que tradicionalmente ha sido usada en la cocina para condimentar y dar sabor y color a diferentes preparaciones. Sin embargo, sus propiedades y beneficios para la salud no han pasado desapercibidos para la medicina natural.
Esta planta que crece en Asia y América Central, principalmente, tiene compuestos, llamados curcuminoides (la curcumina, la demetoxicurcumina y la bisdemetoxicurcumina), que le otorgan diversas propiedades saludables para el organismo.
De igual forma, se dice que sus aceites volátiles, proteínas, resinas y azúcares contribuyen a su poder medicinal. Esta especia le aporta al cuerpo fibra dietética, vitaminas C, E y K, niacina, sodio, calcio, potasio, cobre, magnesio, hierro y zinc.
Según el portal Medical News Today, la medicina ayurvédica, un sistema de tratamiento tradicional de la India, recomienda esta especia para una variedad de afecciones de salud. Estas incluyen dolor crónico e inflamación. Dados sus beneficios, la medicina occidental también ha comenzado a estudiar la cúrcuma como analgésico y agente curativo.
Control a la presión arterial
Una de las bondades que se le atribuyen es que ayuda a controlar la presión arterial debido a que disminuye la inflamación de los vasos sanguíneos, previene la coagulación de la sangre y reduce los niveles de colesterol. Se dice que su compuesto curcumina tendría un efecto vasodilatador que ayuda a regular la presión que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, precisa una publicación de la revista Mejor con Salud.
Al respecto, el portal Gastrolab de México indica que el mencionado compuesto ayuda a mantener los vasos en una buena condición, permitiendo así que la sangre fluya de manera natural. Al desinflamar estos conductos también se reduce la presión arterial y se evita la coagulación de la sangre.
Además, gracias a sus propiedades antioxidantes, la cúrcuma ayuda a disminuir los niveles sanguíneos de colesterol llamado ‘malo’ o LDL, y los triglicéridos en la sangre, previniendo enfermedades cardiovasculares, como infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o aterosclerosis. Sus antioxidantes también cuidan la salud de las arterias, previendo la hipertensión.
Otros beneficios
Uno de sus mayores beneficios, indica el portal Medical News Today es su poder antiinflamatorio. Arthritis Foundation cita varios estudios en los que los investigadores han determinado que la cúrcuma ha reducido la inflamación.
Esta capacidad antiinflamatoria podría reducir las molestias que sienten las personas con artritis en sus articulaciones. La mencionada entidad sugiere tomar cápsulas de 400 a 600 miligramos (mg) de cúrcuma hasta tres veces al día para aliviar la inflamación.
Una bondad más de la cúrcuma, si se consume de manera regular, es que ayuda a disminuir los niveles de glucosa en la sangre y mejora el funcionamiento de las células del páncreas, el órgano encargado de secretar la hormona insulina, cuya función es permitir que la glucosa entre en las células y de esta manera se elimina su exceso en la sangre.
Es por eso, que la cúrcuma es una buena opción terapéutica para ser usada por las personas que tienen resistencia a la insulina o diabetes tipo 2, precisa el portal de bienestar y salud Tua Saúde.
De otro lado, si bien no es un tratamiento contra esta enfermedad, se dice que el rizoma de esta planta contiene, al menos, diez componentes anticancerígenos, entre los que sobresalen, la curcumina y los betacarotenos. Estos elementos tienen propiedades protectoras ante varios tipos de cáncer, entre los que se encuentran el de colon. Sin embargo, se requiere más análisis científico que permita obtener resultados concluyentes en torno a este tema.
Una bondad más, según Tua Saúde, es que ayudaría con la pérdida de peso. Algunos estudios indican que el extracto de esta especia ayuda a adelgazar, puesto que mejora el metabolismo, reduce el crecimiento del tejido graso y promueve el buen funcionamiento de la insulina.
Además, es un alimento que contribuye a disminuir algunos marcadores inflamatorios que se encuentran aumentados en casos de sobrepeso y obesidad, siendo un buen alimento para incorporar en las dietas tendientes a perder los kilos de más.
Otros análisis indican que la curcumina puede tener un efecto potencial en el control de las enfermedades alérgicas, como rinitis y asma alérgica, mediante la inhibición de la producción de citocinas y la síntesis de IgE, asegura el mencionado sitio web.
Estas son sustancias del sistema inmune que aumentan en situaciones alérgicas, pudiendo así, ayudar a controlar los síntomas, como estornudos, lagrimeo, tos persistente y sibilancias u opresión de pecho.
Contraindicaciones
Si bien son muchas sus bondades, también es importante tener en cuenta que el consumo de cúrcuma en exceso puede generar algunos efectos adversos. Por ejemplo, algunos participantes en estudios que analizaron el uso de la cúrcuma para el tratamiento del cáncer tuvieron que abandonarlos debido a problemas de digestión, según indica Medical News Today. La ingesta de la planta estimula el estómago para producir más ácido gástrico. Si bien esto ayuda a la digestión de algunas personas, es posible que afecte a otras.
Las propiedades purificantes de la cúrcuma también pueden hacer que las personas que la consumen sangren con mayor facilidad. Por esta razón, quienes toman medicamentos anticoagulantes como la warfarina (Coumadin), deben evitar consumir grandes dosis de cúrcuma.