Las legumbres son de los alimentos más saludables para el organismo. Productos como los fríjoles, las lentejas y los guisantes son esenciales de la dieta mediterránea y en la alimentación vegetal son imprescindibles para conseguir un aporte proteínico suficiente para el cuerpo.
El portal Cuerpo Mente indica que estos alimentos tienen uno de los perfiles nutricionales más equilibrados, pues aportan tanto hidratos de carbono de absorción lenta (los más recomendables), así como proteínas, además de fibra y un poco de grasa.
Adicionalmente, las legumbres son ricas en micronutrientes como minerales y vitaminas del grupo B, así como en polifenoles antioxidantes. Se trata de productos con un importante contenido de almidón resistente y fibras solubles que alimentan a las bacterias intestinales que son buenas para el organismo.
Las fibras son buenas para nivelar el azúcar y el colesterol en la sangre. De esta manera es posible prevenir enfermedades como la obesidad, la diabetes, la hipertensión, el colesterol y los triglicéridos altos, la arteriosclerosis y los infartos de corazón y de cerebro.
Estabilidad en el azúcar
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las legumbres son alimentos de índice glucémico bajo. Ayudan a estabilizar el azúcar en la sangre y los niveles de insulina, convirtiéndose en alimentos adecuados para las personas con diabetes e ideales para controlar el peso.
En torno a este tema, el estudio titulado “Legume consumption and relationships with chronic noncommunicable diseases”, indica que hay numerosas evidencias que han señalado que una dieta de alta calidad nutricional basada en alimentos de origen vegetal, incluidos legumbres como porotos, lentejas y garbanzos; contribuyen a la prevención de diferentes enfermedades, entre ellas, la diabetes tipo 2.
Refiere un estudio de cohorte, según el cual hay una relación entre la ingesta de legumbres y la reducción en el riesgo de Diabetes Mellitus tipo 2, aunque la evidencia aún es baja.
Otra investigación realizada en adultos de India, se determinó que existía una asociación entre ingesta de legumbres y el autoreporte de diabetes y en un ensayo clínico realizado en 60 estudiantes universitarios, en el cual se intervino administrando una dieta a base de legumbres, en aquellos sujetos quienes recibieron 15 gramos de producto durante tres meses, diariamente por cinco días seguidos y dos días de descanso, al final del análisis se observó una reducción de los niveles de glucosa sérica y el índice de insulino-resistencia.
Para los científicos de los mencionados análisis, los resultados de los mismos podrían atribuirse a la presencia de polifenoles en las legumbres. Los polifenoles tienen poder antioxidante en el organismo y al mismo tiempo, poseen acción vasodilatadora, antiinflamatoria, antitrombótica y antiaterogénica.
Otra investigación titulada “Dietary fibre and incidence of type 2 diabetes in eight European countries: the EPIC-InterAct Study and a meta-analysis of prospective studies”, asegura que la evidencia general indica que la ingesta de fibra total y de cereales está inversamente relacionada con el riesgo de diabetes tipo 2. Los resultados del estudio EPIC-InterAct sugieren que la asociación puede explicarse en parte por el peso corporal. Así las cosas, dada la riqueza en este nutriente, las legumbres resultan muy beneficiosas para el organismo.
Más beneficios
Según la FAO, en su estado natural estos productos son bajos en grasas y no tienen colesterol, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. De igual forma, contienen poco sodio. Es de recordar que el cloruro de sodio contribuye a generar hipertensión, padecimiento que se puede evitar consumiendo alimentos bajos en sal.
Estas pequeñas semillas son una buena fuente de hierro, son ricas en potasio y una importante fuente de folato, una vitamina B que se encuentra de forma natural en muchos alimentos y que es esencial para la función del sistema nervioso, entre otras, bondades.
Referencias científicas:
Legume consumption and relationships with chronic noncommunicable diseases
Primary Prevention of Cardiovascular Disease with a Mediterranean Diet Supplemented with Extra-Virgin Olive Oil or Nuts.
Dietary fibre and incidence of type 2 diabetes in eight European countries: the EPIC-InterAct Study and a meta-analysis of prospective studies.