En los últimos años, las semillas de chía se han popularizado significativamente en las dietas para bajar de peso y en cuanto a la salud en general.
En concreto, las semillas de chía contienen ácidos grasos omega-3 y 6, el doble de proteínas que otras semillas, compuestos antioxidantes, fibra y minerales que protegen el organismo de diversas enfermedades.
La revista International Journal of Molecular Sciences señala que la chía previene el estreñimiento y mejora la diversidad de la flora intestinal. Además, disminuye la inflamación muscular después de un ejercicio intenso y contribuye a reducir la sensación de apetito.
Además, sus efectos beneficiosos en la diabetes, el colesterol, la hipertensión, su potencial antioxidante, y sus propiedades laxantes y antiinflamatorias, entre otras, están confirmados científicamente, según una revisión de estudios publicada en Journal of Food Science and Technology.
Por otro lado, la llaman la reina de los omega-3, ya que es una excelente fuente vegetal de ácidos grasos poliinsaturados, en especial de ácido alfalinolénico (ALA), el precursor vegetal del omega-3, según el portal especializado en salud, Cuerpo y Mente.
Asimismo, las semillas de chía llenan el estómago y producen sensación de saciedad gracias a su gran capacidad de absorber líquidos. Además, regula los niveles de azúcar en la sangre y ayuda a evitar los antojos por los dulces.
No obstante, expertos consultados por el diario El Comercio aseguraron que el consumo en exceso de este alimento puede perjudicar la salud estomacal, provocando estreñimiento y deshidratación. Esto se da principalmente por el alto contenido de fibra de las semillas, pues este nutriente se encarga de absorber el agua del organismo. Así las cosas, es importante consumir abundante agua para que la salud intestinal no se vea afectada y se evite “ocasionar una oclusión intestinal”.
Del mismo modo, el abuso del consumo de estas semillas puede provocar problemas digestivos como la distensión abdominal, inflamación, enfermedad de Crohn o gases. Por su parte, la nutricionista Francisca Cifuentes indicó a El Comercio a su vez que el consumo de semillas de chía crudas puede ocasionar ardor estomacal y gastritis.
Urgencia 24 destaca otros tres riesgos que se deben tener en cuenta sobre el consumo de las semillas de chía en exceso:
- Este alimento puede obstaculizar la absorción de otros minerales como el zinc, por lo que no se recomiendan a quienes padecen diverticulosis.
- La chía baja los niveles de azúcar en la sangre; sin embargo, con medicación, pueden bajar excesivamente.
Con respecto a este último punto, el sitio web especializado Healthline destaca un estudio de 2019, en el que se indica que las semillas de chía tienen similitudes estructurales con otros alimentos a los que las personas pueden ser alérgicas, como las semillas de sésamo y las avellanas.
“Para algunos, esto puede conducir a una sensibilización cruzada. Sin embargo, no está claro cuántas personas se ven afectadas por esto. Cualquier persona que experimente nuevos síntomas después de comer semillas de chía debe dejar de consumirlas y hablar con un médico”, señala Healthline.
¿Cómo consumir las semillas de chía?
Atendiendo las consecuencias del consumo de chía en exceso, es importante consumir este alimento de forma moderada y mezclándolas con distintos alimentos. A continuación, Urgencias 24 lista algunas formas saludables de incluir las semillas a la dieta diaria:
- Las semillas de chía se pueden añadir ya sea a las ensaladas dulces o saladas.
- Agregar a las bebidas, los batidos de frutas, el yogur o los cereales.
- Agregar a los panqueques o tostadas.
- También se pueden moler las semillas de chía en una pasta y agregar a la masa de productos horneados.