El ajo se caracteriza por su sabor y versatilidad y, por ello, es uno de los alimentos más utilizados no solo en la preparación de platos gastronómicos, sino para tratar y prevenir el desarrollo de diversas afecciones, debido a su elevada densidad nutricional.
Se trata de un alimento nutritivo, que contiene minerales como manganeso, selenio, calcio, cobre o potasio y vitaminas B6 y C; tiene pocas calorías y se aconseja incluirlo en el marco de una dieta equilibrada y saludable para potenciar sus beneficios.
Según el portal Healthline, la mayoría de sus bondades para la salud está relacionada con los compuestos de azufre que se forman cuando se cortan, trituran o mastican los dientes de ajo crudo. Uno de los más importantes es la alicina.
Para consumirlo, lo ideal no es tragarlo entero. Lo correcto es machacarlo o, mejor aún, cortarlo en finas láminas y, si se quiere suavizar un poco el sabor, mezclarlo con aceite de oliva, de lino, nuez o coco. El medio digital Business Insider indica que un diente de ajo crudo apenas tiene cinco calorías, brinda 0,2 gramos de proteína y un gramo de carbohidratos.
Dentro de sus bondades medicinales se dice que ayuda a aliviar patologías relacionadas con el corazón y el sistema sanguíneo, como presión alta, colesterol elevado, enfermedades de las arterias coronarias y la arteriosclerosis.
Beneficios para la sangre
Uno de los beneficios que se le atribuyen es que ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL, conocido como malo y los triglicéridos en la sangre, debido a que inhibe su oxidación, reduciendo así el riesgo de sufrir arterosclerosis (formación de placas en las paredes de las arterias).
De igual forma, el portal de bienestar y salud Tua Saúde indica que es un alimento saludable para controlar la presión arterial alta, debido a que ejerce un efecto hipotensor y favorece la circulación de la sangre, gracias a que tiene propiedades vasodilatadoras.
Análisis en seres humanos han demostrado que los suplementos de este producto tienen un impacto significativo cuando se trata de reducir la presión sanguínea en personas con hipertensión. Un artículo publicado en El Nuevo Herald refiere un estudio, según el cual el extracto de ajo envejecido en dosis de 600-1.500 miligramos fue tan eficaz como el medicamento Atenolol a la hora de reducir la presión sanguínea durante un periodo de 24 semanas.
En general, se considera que este alimento es aliado del sistema circulatorio, gracias a que es un gran protector cardiovascular, esto debido a que posee propiedades antioxidantes que cuidan los vasos sanguíneos, asegura Tua Saúde.
En caso de claudicación intermitente, es decir, cuando la arteriosclerosis afecta las piernas y obliga a pararse con frecuencia a caminar por el dolor que provoca, este alimento ayuda a que la sangre llegue mejor a los músculos.
De igual forma, una publicación de la fundación estadounidense, AARP, en su página web asegura que hay evidencia que indica que el ajo ayuda a evitar que las plaquetas se peguen y, al promover la buena circulación, previene la formación de coágulos. Esto se debe a los efectos generados por la alicina y el contenido de vitaminas del grupo B.
Otras bondades
Además de ser favorable para la sangre, unade las principales bondades que se le reconocen a este alimento es su poder antiinflamatorio. El diario El Universal, de México, cita investigaciones publicadas en National Library of Medicine, las cuales revelan que comer ajo ayudaría a reducir dolores y malestares de las articulaciones, por ejemplo.
Según la citada fuente, si se sufre de un dolor muscular, también se puede frotar un ajo con aceite en la piel para reducir la inflamación.
El medio digital Business Insider, por su parte, refiere estudios según los cuales este vegetal ayudaría a prevenir el cáncer. Uno de ellos fue realizado por científicos de la Universidad de Medicina de China y publicado en la revista Asia-Pacific Journal of Clinical Oncology. Esta investigación determinó que el ajo, la cebolla y otras hortalizas de la familia Allium tienen potencial para prevenir el cáncer de colon.
“En aquellos adultos que tomaron los niveles más altos de estas hortalizas, el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal fue un 79 % más reducido que los que consumieron niveles más bajos”, precisa la mencionada fuente.
A este alimento también se le atribuyen propiedades que ayudan a aliviar problemas respiratorios, gracias a que es expectorante y antiséptico, facilitando la respiración, por lo que su uso es recomendado para tratar gripa, tos, resfriados, ronquera, asma, bronquitis y afecciones pulmonares.
Contraindicaciones
Si bien la lista de beneficios es larga, no se debe consumir en exceso. Esto aplica tanto para quienes los ingieren de manera recurrente en condiciones naturales, pero especialmente para aquellos que lo comen en formas medicinales como las cápsulas de ajo y otros preparados.
Uno de los aspectos a tener en cuenta es que es un alimento que, en ocasiones, es difícil de digerir y es por ello que las personas que son propensas a sufrir de reflujo, acidez y otras afecciones gástricas, deben moderar o limitar su consumo para evitar que se irriten las mucosas.
Por otro lado, el ajo puede intensificar los efectos de los anticoagulantes, como la heparina o warfarina, y de los antiagregantes plaquetarios, lo que favorece la aparición de hemorragias. De igual forma, las personas que padecen de diabetes e ingieren medicamentos para el control de esta enfermedad deben tener precaución, puesto que posee efectos hipoglucemiantes, es decir, es capaz de reducir los niveles de glucosa en la sangre.
Por último, quienes enfrentan padecimientos relacionados con la tiroides también deben tomar precauciones, pues debido a su contenido de yodo, es posible que este alimento genere complicaciones, pues los productos con este mineral estimulan la secreción de tiroxina, la hormona que la glándula tiroides produce en exceso en las personas que padecen de hipertiroidismo.