Por lo general, mantener el sistema inmunitario de los niños en muchos casos se vuelve difícil de controlar, ya que en esta etapa los menores son más vulnerables a todo tipo de virus y bacterias externas. Cuando hay un problema de salud relacionado con algún agente externo, las defensas del organismo suelen disminuir considerablemente hasta el punto de empeorar la situación.

En este sentido, es importante fortalecer las defensas de los niños desde la primera infancia, con el fin de evitar infecciones que afecten la estabilidad del menor y que el sistema inmune se debilite. Es por ello que Lorena González señala para la revista Mejor con Salud, algunos hábitos efectivos para fortalecer el sistema inmunitario de los niños:

Vacunas

Es importante prestar atención a las primeras vacunas que se deben aplicar a los menores para que su cuerpo combata cualquier tipo de bacterias o enfermedades. Según Healthy Children, la vacunación infantil es esencial porque ayuda a proporcionar inmunidad antes de que los niños estén expuestos a diversas enfermedades que pueden llegar a ser mortales. Cabe mencionar que la primera vacuna que deben recibir los bebés es contra la hepatitis B, dentro de las 24 horas de nacer.

Alimentación

Una dieta equilibrada es fundamental para que los menores tengan un sistema inmune fuerte y así sus defensas estén completas. La alimentación de un niño debe estar conformada por vitaminas, minerales, proteínas, fibras y grasas controladas, esto quiere decir que se deben consumir frutas, verduras y limitar los productos procesados y con exceso de azúcar, porque estos debilitan el sistema inmune y le roba nutrientes al organismo. Adicionalmente, expertos aseguran que el consumo de agua también es elemental en esta etapa de crecimiento y desarrollo.

Descanso

Las horas de descanso para un niño son demasiado importante, ya que durante este tiempo se refuerza el sistema inmunitario y se recuperan las energías que se gastaron durante el día. En este sentido, es importante crear el hábito de tomar siestas en las tardes y también determinar una hora específica para dormir en las noches.

Ambiente libre de contaminación

Lo ideal es que los niños siempre estén alejados de ambientes contaminados, ya sea en espacios abiertos o cerrados. Por ello, se debe mantener totalmente ventilado el ambiente en donde esté el menor, así como mantener los envases con productos químicos en lugares protegidos y alejados de su alcance. En el caso de los espacios abiertos como los parques y el colegio, se debe estar atentos a que no manipulen agentes perjudiciales para su salud. Ahora bien, se debe tener en cuenta que el contacto con la naturaleza es importante para que los niños generen anticuerpos que también sirven para aumentar sus defensas.

Higiene personal

El hábito de una buena higiene debe ser inculcado desde pequeños, siempre y cuando se usen productos que no causen ningún tipo de alegrías o trastornos en la piel del menor. Así mismo, se debe enseñar el hábito de lavarse las manos después de jugar, de comer y después de hacer sus necesidades, pues esto evitará muchas enfermedades infecciosas.

Ejercicio

Por lo general, la edad para comenzar a hacer ejercicio es después de los cinco años; no obstante, también es importante que los niños menores de dicha edad mantengan una proactividad en su cuerpo, ya sea caminando, saltando o gateando, pues esto hace que los glóbulos rojos en la sangre fluyan más rápido. Cuando el cuerpo del menor está en desarrollo, lo ideal es escoger deportes como el fútbol, baloncesto o natación para complementar y ayudar en su crecimiento físico y mental.

Salud mental

A pesar de que un menor muchas veces no es consciente de las situaciones que debe enfrentar en su niñez, es fundamental controlar el estado de la salud mental porque su desarrollo se puede estancar por distintos factores emocionales. Del mismo modo, es importante asistir periódicamente al médico para que se pueda asesorar de la dieta y las vitaminas que le puede dar al menor.