El corazón es un órgano del tamaño aproximado de un puño y es uno de los más importantes del cuerpo. Está compuesto de tejido muscular y su principal función es bombear sangre a todo el organismo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

La sangre se transporta a través de los vasos sanguíneos, que son conocidos como las arterias y venas. Juntos, el corazón y los vasos sanguíneos componen el aparato cardiovascular, que es determinante para el normal funcionamiento del cuerpo.

Para tener un corazón sano y disfrutar de una buena salud cardiovascular es importante poner en marcha algunos hábitos que son clave tanto para el buen funcionamiento de este órgano, como para mejorar la calidad de vida y la salud, en general.

1. Dieta equilibrada. Seguir una alimentación saludable que incluya carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales en la proporción que corresponde, es determinante y una de las mejores formas de hacerlo es siguiendo los lineamientos de la dieta mediterránea, asegura la Fundación Española del Corazón.

2. Adiós al sedentarismo. La práctica de ejercicio es clave. Cuando una persona es sedentaria, corre el riesgo de enfrentar patologías como la hipertensión o la diabetes, además del aumento de los niveles de colesterol o el sobrepeso. Para evitarlo, la recomendación es practicar, como mínimo, 150 minutos semanales de actividad física aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de intensa.

3. Minimizar las grasas trans. Los productos industriales suelen contener altas cantidades de este tipo de grasas que aumentan los niveles de colesterol total, sobre todo del LDL (“malo”), mientras que disminuye el HDL (“bueno”). Por esta razón deben evitarse productos como las galletas o bizcochos procesados industrialmente.

4. Consumir menos carne roja. Para cuidar el corazón es recomendable reducir el consumo de carne roja y, en su lugar, ingerir pescado azul por lo menos dos o más veces a la semana, además de aguacate y frutos secos. “Se cree que los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en los pescados azules, como el atún, el salmón, la sardina, o la caballa entre otros, podrían contribuir a prevenir las enfermedades del corazón, mantener la salud del sistema cardiovascular y órganos tan importantes como el cerebro”, precisa el portal Mejor con Salud.

5. Bajarle al estrés. El estrés aparece como factor de riesgo en la Guía Europea de Prevención Cardiovascular porque cuando una persona lo padece somete al organismo a tensiones que pueden afectar la salud cardíaca. Además, es posible que el estrés y la ansiedad lleven a cambiar significativamente los hábitos de vida por otros menos saludables, dicen los especialistas de la Fundación Española del Corazón.

6. Controlar la tensión y el colesterol. La hipertensión es uno de los factores de riesgo cardiovascular más frecuentes. Tener alta la presión arterial supone una mayor resistencia para el corazón, mientras que el colesterol forma placas de ateroma que llevan al estrechamiento de las arterias y pueden obstruirlas, ocasionando problemas cardiovasculares.

7. Dormir bien. Además de llevar hábitos saludables, no quitarle horas al sueño ayuda a cuidar la salud del corazón. Un estudio publicado en European Journal of Preventive Cardiology concluye que aquellas personas que, además de tener buenas prácticas, duermen un mínimo de siete horas al día, reducen hasta en un 65 % la posibilidad de sufrir de enfermedades cardiovasculares.

8. Eliminar el tabaco y el alcohol: Fumar aumenta el riesgo de padecer un infarto agudo de miocardio. Esta posibilidad puede ser hasta tres veces mayor que en los no fumadores. Por su parte, la ingesta excesiva de alcohol tiende a acelerar el ritmo cardíaco.

Además de adoptar estos hábitos clave para cuidar la salud del corazón, es importante visitar al especialista por lo menos una vez al año y practicarse los exámenes que sean necesarios para determinar la salud no solo del de este órgano, sino del organismo, en general.