El colesterol es una sustancia cerosa necesaria en cantidades moderadas para que el cuerpo pueda cumplir con algunas funciones necesarias para su funcionamiento, entre las que se destacan: crear hormonas, vitamina D y células.
El organismo se encarga de producir la cantidad que necesita de dicha sustancia para cumplir con dichas funciones, sin embargo, cuando un paciente consume de manera desmedida productos ultraprocesados y cargado de grasa, la sustancia presente dentro de la sangre se eleva.
Cuando hay mucho colesterol se le hace imposible al cuerpo procesar toda esa cantidad; por ende esta se empieza a localizar en las paredes de las arterias, impidiendo la libre circulación de la sangre, lo que alargo plazo puede taponarlas e impedir que el oxígeno y la sangre llegue hacia otros órganos ocasionando infartos o derrames cerebrales.
Para evitar que se acumule grasa desmedida dentro de los vasos sanguíneos es indispensable llevar una dieta sana y equilibrada que contenga una buena cantidad de frutas, verduras y fibra, a su vez es crucial practicar algún deporte o realizar actividad física con frecuencia. Cabe mencionar que esta debe estar en sintonía con la edad y las condiciones físicas de cada paciente.
Consejos para reducir los niveles de colesterol elevados en la sangre
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, brinda algunos consejos que pueden llevar a cabo los pacientes que fueron diagnosticados con índices de colesterol elevado. Cabe mencionar que si el médico que está tratando dicho padecimiento formulo medicación, estos hábitos se pueden acompañar con su ingesta, pero la medicación nunca debe suspenderse o reducirse a menos que el profesional de salud lo indique.
- Alimentarse mejor: el medio recomienda reducir el consumo de carnes rojas y embutidos, también es pertinente reducir la ingesta de lácteos con un alto contenido de grasa. Hay que eliminar el consumo de productos empaquetados que contengan “aceite vegetal parcialmente hidrogenado”. Por su parte, se debe aumentar la ingesta de omega-3, esta se encuentra presente en pesados azules (salmón, caballa y atún) y el aguacate.
- Hacer ejercicio la mayoría de días de la semana: cuando se realiza actividad física con frecuencia y de manera moderada, el cuerpo empieza a producir, de manera natural, lipoproteínas de alta densidad (colesterol HDL o bueno). El medio sugiere llevar a cabo 30 minutos de actividad física, cinco veces a la semana, o actividad aeróbica intensa durante 20 minutos, tres veces a la semana. Siempre y cuando un profesional de la salud lo apruebe.
- Dejar de fumar: cuando una persona deja este hábito, sus niveles de colesterol bueno mejoran; además, esto evitará el riesgo de que el paciente que lo hace padezca de un ataque al corazón. “Dentro de un año de haber dejado de fumar, el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca es la mitad que el de un fumador”.
- Bajar de peso: un paciente con obesidad o con unos kilos de más es más propenso a tener sus niveles de colesterol elevados. Para ello, se recomienda empezar a hacer pequeños cambios como reducir la ingesta de bebidas gaseosas o jugos industrializados y comenzar a beber más agua, también es crucial implementar hábitos que ayuden a bajar esos kilos de más como subir esclareas en vez de usar ascensor y caminar en los tiempos libres, etc.
- Ingerir bebidas alcohólicas con moderación: “se ha vinculado el consumo moderado de alcohol con niveles más altos de colesterol bueno, pero los beneficios no son lo suficientemente convincentes para recomendar el consumo de alcohol a alguien que no lo bebe. Demasiado alcohol puede causar problemas serios de salud, entre ellos hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular”.