Respirar es una función indispensable para la vida y los pulmones son un par de órganos esponjosos de color gris que ayudan a realizar este proceso. Al respirar se introduce en el organismo oxígeno, el cual proporciona la energía necesaria para que funcionen nuestros órganos, y a su vez se expulsa dióxido de carbono. Por lo general, durante un día normal se respira aproximadamente 25.000 veces.
Específicamente, la función de los pulmones es realizar el intercambio gaseoso con la sangre, para ello los alvéolos están en estrecho contacto con los capilares. En los alvéolos se produce el paso de oxígeno desde el aire a la sangre y el paso de dióxido de carbono desde la sangre al aire, según indica el portal web Roche Pacientes.
Cuando esta función se ve interrumpida por alguna razón, es normal que surjan enfermedades pulmonares que afectan principalmente las vías respiratorias, el tejido pulmonar y la circulación pulmonar. Entre las más comunes están: el asma, colapso parcial o total del pulmón, cáncer pulmonar, acumulación anormal de líquido en los pulmones, infección pulmonar, entre otras.
Ante estos problemas de salud, es importante acudir al médico para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado. Asimismo, la alimentación juega un rol esencial para proteger la salud de los pulmones y fortalecerlos, por lo que el portal web Harpers Bazaar, lista algunos alimentos que se deben incluir en la dieta:
Frutas
Las frutas suelen actuar como un antioxidante natural, pues reduce el estrés al que se somete las vías respiratorias. Como tal, los frutos cítricos como la naranja y la mandarina son muy recomendados para prevenir infecciones respiratorias gracias al elevado contenido de vitamina C, que refuerza las defensas del organismo.
Por otra parte, las manzanas ayudan a prevenir enfermedades pulmonares y a mantener el sistema respiratorio sano gracias a sus vitaminas (E y C). Y en cuanto a los frutos rojos, al ser ricos en vitamina C y antioxidantes, neutralizan los efectos negativos de los radicales libres.
Rábanos y cebollas
Los rábanos contienen compuestos azufrados que son capaces de eliminar la mucosidad bronquial, y tienen la propiedad de disminuir la congestión en las vías respiratorias. Por su parte, la cebolla contiene compuestos que ayudan a mejorar la actividad antiinflamatoria de las mucosas, y además favorece la humedad de las vías respiratorias, permitiendo expulsar las flemas.
Tomate
Este superalimento contiene un antioxidante denominado licopeno, que ayuda a proteger las células de los radicales libres que son los responsables de la degeneración de los tejidos. Esta sustancia a la vez mejora la resistencia de la piel frente a la radiación solar.
Huevo
La yema del huevo contiene vitamina A, un nutriente que favorece la salud respiratoria y resulta esencial para el cuidado de la regeneración de las mucosas dañadas y de la inflamación de numerosos trastornos respiratorios.
Cúrcuma
La cúrcuma se caracteriza por su poderosa acción antioxidante y sus propiedades antiinflamatorias que pueden repercutir en todo el organismo, específicamente en los pulmones.
Ajo
Este ingrediente se destaca por poseer propiedades antisépticas, depurativas y bactericidas. Asimismo, funciona como un expectorante natural y ayuda a desinflamar rápidamente los bronquios. Por otra parte, también ayuda a frenar las infecciones ayudando a aliviar la inflamación.
Cebolla para limpiar los pulmones y eliminar la mucosidad
A la cebolla, cuyo sabor es picante y forma parte de la familia de las liliáceas, se le atribuyen varios beneficios para la salud como, por ejemplo es ideal para limpiar los pulmones y eliminar la mucosidad, por tener propiedades antivirales, antifúngicas, antibacterianas, antiinflamatorias, anticancerígenas, hipoglucemiantes y antioxidantes, según el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde.
Asimismo, la Fundación Española de la Nutrición (FEN) reveló que la cebolla aporta proteínas, potasio, flavonoides y distintos compuestos azufrados.
Además, explicó que la cebolla es un alimento con bajo contenido energético y en su composición se ha de tener en cuenta su contenido en minerales y vitaminas.
De hecho, contiene variedad de minerales como calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc, cobre, manganeso. También poseen vitaminas del grupo B, que son necesarias para el correcto funcionamiento del sistema nervioso e inmunológico, y vitamina E, que es rica en antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento celular y las enfermedades degenerativas.
De igual forma, es fuente de vitamina C y una ración de cebolla (150 g) cubre el 48 % de las ingestas recomendadas de esta vitamina para la población de estudio.