El síndrome de colon irritable es un trastorno frecuente que afecta al intestino grueso. Los signos y síntomas incluyen cólicos, dolor abdominal, hinchazón del abdomen, gases y diarrea o estreñimiento, o ambos.
Solo una pequeña cantidad de personas con este padecimiento tienen signos y síntomas graves. Algunas pueden controlarlos con cambios en la dieta, el estilo de vida y en el nivel de estrés. Las molestias más graves se pueden tratar con medicamentos.
El síndrome de colon irritable no causa cambios en el tejido intestinal ni aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal, según indica el instituto especializado en salud Mayo Clinic.
Esta molestia se puede presentar a cualquier edad, pero a menudo comienza en la adolescencia o a principios de la vida adulta y es dos veces más común en las mujeres que en los hombres.
La alimentación cumple un papel clave en lo que refiere a esta afección, y debe ser balanceada y nutritiva. Si bien hay un amplio listado de alimentos que es preferible evitar su consumo, pues pueden empeorar los síntomas, hay otros que pueden ser incluidos fácilmente en la dieta pues controlan las molestias del colon irritable.
El portal Tua Saúde listó algunos productos que podrían ayudar con este padecimiento:
- Vegetales blancos o anaranjados: zanahoria, calabaza, pepino o lechuga.
- Carnes blancas: pollo o pavo (deben estar sin piel).
- Frutas: papaya, fresa, mandarina o uvas.
- Probióticos: yogur o kéfir.
- Pescados: puede ingerirse de cualquier tipo, lo importante es su cocción, pues, debe ser siempre al horno o al vapor.
- Frutos secos: almendras, pistachos o nueces.
- Leche desnatada: quesos blancos sin lactosa.
- Tes con propiedades digestivas y calmantes: pueden ser a base de manzanilla o toronjil. No se recomienda agregarles azúcar.
- Bebidas vegetales: de almendra, coco o avena.
Teniendo en cuenta que este padecimiento afecta entre el 6 % y 18 % de personas en todo el mundo, de acuerdo con el portal especializado Healthline, las dietas, el estrés, el mal sueño y los cambios en las bacterias de los intestinos pueden activar los síntomas.
Sin embargo, los detonantes son diferentes para cada persona y por eso es difícil determinar los alimentos o estresores específicos que pueden generar el trastorno. Estos son algunos de los síntomas más comunes, según este sitio web, especializado en salud:
1. Dolor y cólicos. El dolor abdominal es factor clave en el diagnóstico. Normalmente, los intestinos y el cerebro trabajan juntos para controlar la digestión. Esto sucede a través de las hormonas, los nervios y las señales liberadas por las bacterias buenas que viven en tu intestino. En el SCI, estas señales se distorsionan, lo que ocasiona una tensión descontrolada y dolorosa en los músculos del tracto digestivo.
2. Diarrea. El SCI con diarrea es uno de los tres tipos principales del trastorno. Afecta aproximadamente a una tercera parte de pacientes que lo padecen.
3. Gases e hinchazón. La digestión alterada ocasiona la producción de más gases en los intestinos. Esto puede ocasionar hinchazón, uno de los síntomas más persistentes y molestos del trastorno. Evitar la lactosa puede ayudar a reducirla.
4. Intolerancia a los alimentos. Hasta el 70 % de las personas con este padecimiento reportan que algunos alimentos en particular activan los síntomas, aunque no está claro exactamente cuáles son esos productos. No obstante, algunos de los alimentos que producen gases son la lactosa y el gluten.
5. Ansiedad y depresión. Esta enfermedad está vinculada a la ansiedad y la depresión. Cualquiera que sea el orden en el que aparecen, la ansiedad y los síntomas de SCI digestivo se refuerzan mutuamente en un círculo vicioso.