Si bien una forma de promover la producción de colágeno es mediante cremas y lociones faciales, el método con eficacia completa es el natural, el cual está ligado con la alimentación.
A medida que pasa el tiempo, la piel y el cuerpo son testigos de la vejez. Desde arrugas hasta imperfecciones, los años no dan tregua. Sin embargo, los expertos recomiendan que para recobrar la vitalidad, se requiere adicionar determinados alimentos para la dieta.
El colágeno es una proteína segregada por las células del tejido conjuntivo llamadas fibroblastos. Constituye alrededor del 30 % de la masa proteica total del organismo, y el 80% del tejido conectivo total. Adicionalmente, la proteína hace la función de adhesivo en todo el cuerpo, por lo que ejerce un papel vital en la absorción de nutrientes.
La salud de la piel está ligada directamente con la producción del colágeno, por el hecho que en esta zona es donde se ubican los microorganismos responsables de proteger al cuerpo de amenazas del exterior. En ese orden de ideas, es una región delicada y de sumo cuidado personal.
A partir de los 25 años, las personas empiezan a perder el colágeno, pero empiezan a ver los estragos de la edad desde los 35. Al disminuir la producción de esta proteína, las estructuras epiteliales se vuelven más vulnerables y, por consecuencia, la capa de protección de la piel se torna más propensa a ser atacada con facilidad de los agentes dañinos.
La expresión más fidedigna de la pérdida de colágeno es la aparición de arrugas, flacidez y dolores en tendones y ligamentos. Igualmente, hay otros factores que aumentan en gran medida los efectos de la salud, a tal punto de anticiparlos. Entre ellos, se destacan la exposición constante al sol sin protección, contaminación en el ambiente, falta de producción hormonal, problemas de salud, consumo de alcohol y tabaco, y ejercicio físico exagerado.
Como se mencionó anteriormente, el mejor método para recuperar colágeno es mediante la alimentación. La investigación Aproximación al tratamiento del envejecimiento cutáneo de la Universidad Granada pone sobre las mesas las recomendaciones y pautas para alimentarse correctamente y producir colágeno.
En la lista, la familia que más se destaca son las frutas. La vitamina C presente en sus propiedades es fundamental para fortalecer el sistema inmune y la producción de colágeno. Sea en desayuno, almuerzo, cena o en algún aperitivo, consumir kiwi, frutas cítricas, piña, mango, guayaba, cereza, fresa o arándanos; será gratificante para el cuerpo.
Las verduras rojas y moradas, como el tomate, locote rojo, repollo morado, rabanito, remolacha, berenjena, entre otros, aportan vitamina C y antioxidantes que promueven la producción de colágeno y previenen el envejecimiento prematuro. Por su parte, el ajo y cebolla aportan azufre y nutrientes como vitaminas A y K.
Otro alimento clave para la dieta si se desea producir colágeno es la carne. Sea de vaca, pollo, cabra, buey, venado o cerdo; estos productos son una gran fuente de proteínas, especialmente en el colágeno que se requiere en los rallos de los pies.
En esa misma línea, aparece el pescado. Puede que no tenga la misma composición de colágeno que la carne, pero es alta en omega-3 (principalmente en salmón y atún), lo cual permite proteger la membrana adiposa alrededor de las células de la piel. Como consecuencia, reduce la inflamación y proporciona elasticidad y firmeza.