La artritis es una enfermedad articular dolorosa que es multifactorial y crónica. Mayo Clinic explica que esta condición puede desembocar en osteoporosis, una patología característica en pacientes con masa ósea baja y empeoramiento de la microarquitectura del tejido óseo. Del mismo modo, es considerada una dolencia de masas, pero se puede prevenir con tratamientos médicos y una buena alimentación.
La investigación explica que los factores de riesgo dependientes de la osteoporosis son: peso corporal inferior a 20, consumo de tabaco y alcohol, aporte insuficiente de calcio y vitamina D, ingesta de alimentos y bebidas ricos en fosfatos, sedentarismo, bulimia, sobrepeso y anorexia nerviosa. El primer paso para combatir esta condición es regular el peso corporal. La Osteoarthritis Research Society Internacional (OARSI) explica que el peso de bajar al 5 % para iniciar la mejora, especialmente en las rodillas.
Frente a la alimentación, el informe Tratamiento dietético integrador para la artrosis y la osteoporosis indica que hay que consumir suplementos condroprotectores para los cartílagos, debido a que tienen glucosamina, la cual participa en la síntesis de proteínas y ácido hialurónico. Ambos componentes son cruciales para el desarrollo de los cartílagos, proporcionándoles la capacidad elástica.
Otro elemento fundamental para los tejidos es el sulfato de condroitina, el cual se encarga de proteger los cartílagos, principalmente en las rodillas, muñecas y cadera. Del mismo modo, se hace referencia al consumo de hidrolizado de colágeno, correspondiente a una fuente de aminoácidos y responsables de la síntesis de proteínas cartilaginosas.
En cuanto a la dieta, también se sugiere consumir alimentos ricos en vitamina E (entre 1oo y 200 miligramos por día), siendo estos los encargados de proteger a los tejidos de la oxidación e inflamación. Asimismo, la ingesta de vitamina C es vital para la formación del colágeno que recubre los cartílagos. Sumado a ello, el consumo de alimentos con ácido ascórbico (más de 200 miligramos por día) es fundamental para reducir el riesgo de padecer artritis y osteoporosis, debido a que sintetiza las proteoglicanos.
Del mismo modo, una alimentación sana implica evitar malos hábitos que afecten el procedimiento, como lo son eliminar la nicotina, cafeína y alcohol. Además, el estudio recomienda consumir una base de 1.200 miligramos de calcio, presente en productos lácteos, verduras y agua mineral. El aporte de este elemento debe repartirse en las diferentes comidas del día y ser paralela a la ingesta de fosfato.
La leche es un alimento que obligatoriamente debe estar en la dieta, debido a que contiene isoflavonoides, los cuales reducen el contenido mineral de los huesos de la columna lumbar, aparte de aportar calcio y vitaminas. Los productos de la soja son particularmente ricos en este compuesto, junto con las judías, los guisantes, las lentejas y la ciruela seca contienen cantidades apreciables.
Adicionalmente, cuando los pacientes con osteoporosis o artritis padecen síndrome Bi (cambiar inesperadamente la temperatura de forma radical, sea para frío o caliente), se deben agregar alimentos amargos, picantes y dulces. La razón de esto es que eliminar las obstrucciones presentes en los conductos sanguíneos y, por consiguiente, mejora la circulación hacia los músculos, tendones y huesos.
Las comidas frías inhiben la inflamación y los calientes regulan la temperatura corporal. En ese orden de ideas, la recomendación es consumir: alcachofas, hinojo, repollo, cerezas dulces, piñas, caballa, aceite de oliva, aceite de lino, champiñones, atún, arenque y ciruelas.