Con el paso de los años, es normal que, por la llegada de la vejez, las personas empiecen a olvidar cosas, como el último nombre de la persona que se conoció, un número telefónico, entre otras. No obstante, se debe prestar mucha atención a cambios graves en la memoria.

Además de lo anterior, también pueden presentarse los síntomas de una enfermedad como el Alzhéimer, la pérdida de la memoria puede deberse a otros factores. Por esto, el portal Manual MSD explicó que la amnesia disociativa es la pérdida de memoria cuyo origen está en un acontecimiento traumático o estresante, que produce una incapacidad para recordar información personal importante.

La memoria es fundamental a lo largo de la vida para el ser humano. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Este tipo de amnesia consiste en:

  • Los pacientes tienen lagunas en su memoria, que pueden abarcar desde minutos hasta décadas de su vida.
  • Una vez realizadas las pruebas convenientes para descartar otras posibles causas, los médicos diagnosticaron el trastorno en función de los síntomas.
  • Para rellenar las lagunas de memoria, se emplean técnicas de recuperación de memoria que incluyen la hipnosis y las entrevistas facilitadas con fármacos.
  • La psicoterapia ayuda a la persona afectada a lidiar con las experiencias que desencadenan el trastorno.

La demencia es un síndrome en el que se produce un deterioro cognitivo. Afecta la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, el aprendizaje, el habla y el juicio. Según la Organización Mundial de la Salud, es uno de los factores que provocan discapacidad y adicción entre las personas mayores de todo el mundo.

Los síntomas de la demencia pueden ser diferentes según la causa. La organización explica que la enfermedad puede afectar a cada persona de forma diferente. Pueden desarrollarse signos dependiendo de la exposición y la personalidad del individuo.

El Alzheimer es un tipo de demencia común. | Foto: Getty Images

En una fase temprana de la enfermedad, que suele pasar desapercibida, los signos incluyen tendencia al olvido, pérdida de la noción del tiempo y dislocación espacial, incluso en lugares conocidos.

Especialistas en neurología han afirmado en distintas oportunidades que los malos hábitos pueden afectar la estimulación cognitiva del cerebro y, por este motivo, empieza a fallar la memoria y concentración. Teniendo en cuenta recopilaciones de La Vanguardia, es necesario mantenerse activo intelectualmente, así que “los neurólogos aconsejan realizar actividades que estimulen la función cerebral, como leer, escribir, bailar, escuchar música, aprender a tocar un instrumento, realizar actividades manuales, resolver crucigramas”, entre otras prácticas.

Nunca es tarde para tomar la iniciativa de mejorar el funcionamiento cerebral, en especial para aquellas personas que creen que ingerir diversos medicamentos es la solución más oportuna, cuando, en realidad, hay formas mucho más efectivas pensando en el bienestar de la memoria y concentración.

La pérdida de memoria es una afectación que suele presentarse en la vejez. | Foto: Getty Images

La Universidad de Harvard, de los Estados Unidos, afirma que es imprescindible para gozar de una buena salud cerebral, ya que trabajar de manera lineal le da un orden a cada actividad y, por ende, son más notorios los patrones de recordación, según los expertos de la citada universidad.

Pero eso no es todo, a la lista se añaden tres consejos fundamentales que, de ser puestos en práctica, lo más probable es que la memoria y concentración se vean positivamente beneficiadas.

1. Fragmentación: Harvard recomienda dividir una lista en diferentes categorías. Por ejemplo, desea comer balanceadamente, así que agrupar las frutas y verduras en un solo grupo, luego las proteínas, los carbohidratos y así sucesivamente hasta aprender la clasificación de cada alimento.

2. Mapa mental: realizar la “visita” de un sitio familiar que evoque recuerdos en la mente, tratando de visualizar la mayor cantidad de elementos de ese entonces.

3. Asociación: relacionar cosas o elementos de los cuales ya se tiene conocimiento y se desea recordar. Un ejemplo de ello sería el siguiente: vivir en el piso 10 de un conjunto residencial y un familiar tiene 10 años.

Sumado a lo anterior, la universidad norteamericana comenta que lo que debe prevalecer en cualquier persona, sin importar la edad o el sexo, es dormir bien, puesto que los académicos estiman que “la falta de sueño daña la cognición”.