Cuando una persona padece complicaciones en la tiroides, se ve obligada a modificar sus hábitos alimenticios, debido a que ciertos productos son perjudiciales. En cambio, hay que adoptar aquellos que aportan durante el tratamiento.
¿Qué es la tiroides y por qué es tan importante? Hay que tener en cuenta que ésta corresponde a una de las glándulas más fundamentales del cuerpo, por el hecho que es la responsable de la segregación hormonal de energía necesaria para el organismo.
La glándula se ubica en el cuello e influye en diferentes procedimientos del cuerpo; de la importancia de respirar, controlar el ritmo cardiaco, regular el peso, manejar el estado de ánimo y regular la digestión de alimentos.
Con lo que respecta a la enfermedad de la tiroides, los expertos de Medline Plus señalan que puede ocurrir por la falta de segregación (hipertiroidismo) o la carencia de la misma (hipotiroidismo). Ambas complicaciones tienden a ser ascendentes, por lo que a medida que pase el tiempo, los efectos en la salud serán más notables.
La alimentación cumple un papel fundamental, debido a que los nutrientes que proporcionan son necesarios para recuperar el control de la tiroides. Principalmente para los pacientes con hipotiroidismo, adoptar una mejor dieta es fundamental para experimentar mejoría.
Con base a la información del Hospital Universitario San Ignacio, estos son los alimentos que deben incluirse en la dieta, dependiendo de los nutrientes que proporcionen.
En primer lugar deben estar todos aquellos productos que ofrezcan yodo. La recomendación de ingesta para adultos es mínimo de 75 gramos y máximo 1.100 gramos por día. Consumir alimentos con este elemento permite la producción de tiroxina, un componente necesario para regular la glándula.
Para consumirla, en el mercado se pueden encontrar varias fuentes ricas, tales como huevos, acelgas, calabaza, semillas de sésamo, mariscos, almejas, atún, salmón y champiñones.
La fibra es un componente que obligatoriamente debe permanecer en la alimentación, dado que se destaca por regular la función metabólica y evitar el aumento desmesurado de peso. Justamente, uno de los efectos consecuentes por la tiroides es subir en poco tiempo.
Respecto a las fuentes, las mejores por excelencia de este nutriente son: avena, arroz integral, brócoli, manzanas, maíz, fríjoles, aguacate y lentejas. La particularidad es que estos productos se pueden adquirir fácilmente.
Por otro lado, el zinc es otro elemento fundamental, debido a que se responsabiliza por mejorar la función inmunológica, cicatrización de heridas y coagulación de la sangre. Ahora bien, ¿Cómo es posible obtener este nutriente de forma natural? la mejor manera es consumiendo carnes rojas y de ave; ostras, mariscos y cereal fortificado.
El cobre es un nutriente importante para los pacientes con complicaciones en la tiroides, debido a que es un mineral con función antioxidante necesario para el mantenimiento de las hormonas presentes en la tiroides y su respectivo metabolismo de grasas.
Las nueces, hígado de res, mariscos, semillas de sésamo y girasol, chocolate, cereales de salvados de trigo y todos los productos integrales son algunas alternativas de productos de las cuales se puede obtener este nutriente.
Es imposible no mencionar a las vitaminas. Aparte de ser nutrientes vitales para gozar de un buen estado de salud, cuentan con la ventaja de ser necesarios para el alivio consecuente de la tiroides. En ese orden de ideas, los expertos recomiendan consumir frutos cítricos, cereales, granos, semillas, arroz, cacahuates y champiñones.