El parkinson se caracteriza por la falta de producción de una sustancia química en el cerebro llamada dopamina, la cual es responsable de ayudar a los movimientos del cuerpo y de regular el estado de ánimo de una persona.

Hector A. Gonzalez-Usigli, médico Centro Médico Nacional de Occidente, señala que es un trastorno degenerativo de progresión lenta que afecta zonas específicas del encéfalo. Se caracteriza por temblores cuando los músculos están en reposo (temblor en reposo), y cuando hay tono muscular aumentado (rigidez), lentitud en los movimientos voluntarios y dificultades para mantener el equilibrio (inestabilidad postural).

Según los expertos de la Clínica Mayo, en las primeras etapas de la enfermedad, el rostro puede tener una expresión leve o nula. Además, es posible que los brazos no se balanceen cuando la persona camina o el habla puede volverse suave o incomprensible.

Es un trastorno degenerativo de progresión lenta que afecta zonas específicas del encéfalo. | Foto: Getty Images

Primeros síntomas

Depresión:

  • Es un problema común a todas las enfermedades crónicas, y en el Parkinson puede detectarse incluso antes de que comiencen los síntomas principales.
  • Empeora con los fármacos utilizados para combatir esta patología, aunque los antidepresivos consiguen frenar con bastante éxito tanto las depresiones como los cambios emocionales. La FEEN estima que un 40 % de los pacientes con Parkinson tiene depresión.

Temblor:

  • Consiste en un movimiento rítmico hacia atrás y hacia adelante. Generalmente, comienza en la mano, aunque en ocasiones afecta primero a un pie o a la mandíbula.
  • Se agudiza en reposo o bajo situaciones tensas y tiende a desaparecer durante el sueño. Puede afectar solo a un lado o a una parte del cuerpo.

Rigidez:

  • Se manifiesta como una resistencia o falta de flexibilidad muscular. Todos los músculos tienen un músculo opuesto, y el movimiento es posible porque, al activarse un músculo, el opuesto se relaja.
  • Cuando se rompe este equilibrio, los músculos se tensan y contraen, causando inflexibilidad y debilidad.

Bradicinesia:

  • Esta lentitud es impredecible y es el síntoma más incapacitante, porque el paciente no puede realizar con rapidez movimientos habituales que antes eran casi mecánicos.
Se produce pérdida de movimiento espontáneo y automático y conlleva la lentitud en todas las acciones. | Foto: Getty Images

Inestabilidad:

  • La inestabilidad de la postura hace que los enfermos se inclinen hacia adelante o hacia atrás y se caigan con facilidad. La cabeza y los hombros caen hacia delante y la forma de andar empeora.
  • El enfermo da pasos cortos y rápidos para mantener el equilibrio; o se queda literalmente quieto a mitad de camino, sin poder moverse, según el portal de salud Cuídate Plus.

Dificultades para tragar y masticar:

  • El mal funcionamiento de los músculos dificulta esta tarea cotidiana, favoreciendo la acumulación de saliva y alimentos en la cavidad bucal.
  • Como consecuencia, son habituales los atragantamientos y el babeo.
  • En cuanto a la dicción: Al menos el 50 % de los enfermos tiene problemas de dicción: hablan en voz baja, dudan antes de hablar, repiten palabras o hablan demasiado rápido.
La inestabilidad de la postura hace que los enfermos se inclinen hacia adelante o hacia atrás y se caigan con facilidad. | Foto: Foto: Getty Images

Hiposmia:

  • Consiste en la mala distinción de los olores o la reducción de la capacidad para percibirlos. La hiposmia aparece en un 80 % de los pacientes con Parkinson.

Problemas urinarios:

  • Las deficiencias del sistema nervioso que regula la actividad muscular provocan que algunos enfermos sufran incontinencia o tengan dificultades para orinar.

Estreñimiento:

  • La lentitud progresiva de los músculos intestinales y abdominales es la principal causa del estreñimiento, aunque también influyen la dieta o la escasa actividad física.
  • Suele presentarse en el 50 % de los pacientes, según la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Trastornos del sueño:

  • La somnolencia y las pesadillas son características en esta enfermedad y generalmente están asociadas a los fármacos. Se pueden producir trastornos de conducta durante la fase REM del sueño.

Pérdida de expresividad:

  • El rostro pierde expresividad y por lo general se le llama “cara de pez” por falta de expresión de los músculos de la cara. Además, tienen dificultad para mantener la boca cerrada.

Aumento o pérdida de peso:

  • El peso del enfermo puede variar, ya sea perdiéndolo (por la propia enfermedad, fluctuaciones motoras, medicamentos, disminución de calorías, deterioro cognitivo, depresión, hiposmia, disfunción gastrointestinal) o en algunas ocasiones aumentándolo (por efectos de la cirugía del Parkinson.