Los estereotipos de belleza que promociona la industria del entretenimiento ha marcado la tendencia en todas las generaciones y la delgadez ha sido una característica clave a la hora de hablar de cuerpos ‘bonitos’ y atractivos para otros.

Gracias a las redes sociales, y a la influencia que tienen sobre la sociedad, las celebridades han creado diferentes y polémicos productos para encajar en el perfil social, la mayoría de ellos, sin una base científica y poniendo en riesgo la salud de quienes lo consumen.

Por este tipo de promociones, celebridades nacionales e internacionales han sido objeto de millonarias demandas por parte de usuarios que, engañados, han tratado de perder peso afectando gravemente su salud.

El ‘quick Trim’ de las hermanas Kardashian

Desde la aparición del reality Keep up with the Kardashian, las hermanas Kourtney, Khloé y Kim se han convertido en un referente de moda y belleza en los imaginarios colectivos de Estados Unidos y el mundo.

Por ello, en 2012, las hermanas presentaron las pastillas ‘Quick Trim’ que supuestamente aceleraban y hacían más fácil el proceso de adelgazamiento en las personas que lo consumían.

Sin ningún soporte científico, las pastillas se vendieron como pan caliente hasta que el diario estadounidense Business Insider publicó un artículo explicando que la cafeína, principal ingrediente de las pastillas para adelgazar no era segura para consumir de esta forma y tampoco tenía una relación directa con la reducción de peso, basados en la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos.

Ante esto, las Kardashian fueron demandadas por cinco millones de dólares. Sin embargo, aseguraron que ellas no conocían la composición del producto y pidieron que se redujera el valor de la compensación económica.

El ‘Organic Liason’ de Kirstie Alley

La actriz, reconocida por sus papel en la película Cheers, por la cual obtuvo un globo de oro y dos Emmy, fue demandada en 2012 por publicidad engañosa sobre una línea de productos para perder peso llamada Organic Liason.

La demanda fue entablada, de acuerdo con el diario Los Ángeles Times, por una nutricionista llamada Marina Abramyam, quien afirmó que no existía soporte científico que garantizara la reducción de peso.

Finalmente, la actriz llegó a un acuerdo con la demandante y retiró el producto del mercado.

Jillian Michaels y el Triple Process Total Body Detox & Cleanse’

La reconocida entreandora personal y anfitriona del programa ‘The Biggest loser’, recibió cuatro demandas por promocionar el suplemento dietario Triple Process Total Body Detox & Cleanse al parecer, por contener ingredientes perjudiciales para la salud.

Los demandantes aseguraron que en la descripción de los ingredientes del suplemento nunca se nombraron algunos elementos que podrían ser perjudiciales para la salud.

Este no fue el primer medicamento de la entrenadora que fue demandado, antes también tuvo que retirar del mercado el Jillian Michaels Maximun Strength Fat Burner’ (quemador de grasa) y el ‘Jillian Michaels Maximun Strength Calorie Control’ (control de calorías).

Michaels tuvo que pagar cerca de 10 millones de dólares por las demandas, según el medio de entretenimiento TMZ.

El ‘Viku Diet Light Max’ de Epa Colombia

En 2017, Daneidy Barrera, más conocida como Epa Colombia, promocionó el ‘Viku Diet Light Max’ y el ‘Viku Diet Light Max Plus’, un supuesto suplemento alimenticio para adelgazar y estuvo cerca de enfrentar una demanda porque los suplementos presentaban un riesgo para la salud de algunas personas al contener Sibutramina.

La ‘influencer’ retiró las promociones del producto y el Invima presentó un comunicado asegurando que los productos no contaban con el registro correspondiente y era ilegal comercializarlos en Colombia.

El ‘Reduce Fat Fast’ de Jorge Hané

Jorge Hané, que se hizo famoso por promocionar el llamado Reduce Fat Fast, con el que supuestamente prometía que se bajaba de peso rápidamente, enfrentó una sanción por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio por publicidad engañosa.

Por aquel entonces, el comunicado de la SIC castigó a Hané con una multa superior a los 700 millones de pesos.