Algunos años atrás, hacerse un tatuaje era determinante para el resto de la vida; sin embargo, en la actualidad la tecnología ha logrado solucionar este inconveniente que para muchos era imposible de remover.

De acuerdo con la Clínica Mayo, existen varios procedimientos para eliminar los tatuajes no deseados en los que se encuentran: la quirúrgica, dermoabrasión y el láser.

Dichos procedimientos pueden tener un costo mayor a la realización de un tatuaje, ya que tal y como lo señala la entidad americana, la tinta queda ”por debajo de la capa superior de la piel”, y es más difícil su desaparición.

La organización explica que remover un tatuaje puede provocar irritación en la piel y otro tipo de reacciones alérgicas. Además, en algunos casos deja cicatrices notorias.

Se recomienda antes de llevar a cabo algún tratamiento o usar un producto de venta libre que prometa eliminar los tatuajes, consultar con un especialista que indicará cuáles son los mejores procesos para tal fin.

Los procedimientos para remover el tatuaje

Entre tanto, la Clínica Mayo explica que entre las técnicas más utilizadas, se encuentra la cirugía láser, que suele ser las más usada para quienes tienen la piel oscura, ya que esta no altera el pigmento.

  • Dermoabrasión: esta técnica no suele ser la más eficaz entre los procedimientos, puesto que se seda la zona donde está el tatuaje para luego desaparecer la imagen con un aparato que es de velocidades altas, el cual tiene un cepillo corrosivo.
  • Cirugía: esta técnica se utiliza para remover los tatuajes pequeños, en la cual se anestesia la zona, y se corta el tatuaje, para luego coser. Aunque puede ser una solución que tiene un resultado favorable, deja cicatrices.
Foto referencia sobre el procedimiento con láser. | Foto: Archivo Semana

¿Cuáles son los riesgos de eliminar un tatuaje?

Como se mencionó con anterioridad, la pigmentación de la piel se puede ver afectada luego de estos procedimientos, más exactamente con el láser, precisa en un artículo Mejor con Salud escrito por Luz Marina Carpio.

Por lo tanto, señala que se debe usar protector solar para prevenir complicaciones más adelante, antes de iniciar cada fase del procedimiento. Sin embargo, esto no omite consultar y estar bajo la supervisión de un dermatólogo.

Además, las tintas pueden provocar comezón no necesariamente en el momento de la elaboración del tatuaje, sino después del mismo, hasta muchos años después.

Es importante verificar que el lugar en donde se va a llevar a cabo el tatuaje cumpla con las medidas de higiene para trabajar. Por ende, si uno de los instrumentos que el tatuador utiliza no está previamente limpio, existe un alto riesgo de ser contagiado de enfermedades como hepatitis B y hepatitis C.

Por lo tanto, es necesario observar el modo en el que el tatuador opera los objetos, y cómo los esteriliza. Asimismo, confirmar si es una persona de confianza.

¿Qué es la hepatitis B?

Es una enfermedad hepática que se produce por la infección del virus hepatitis B que afecta las actividades principales del hígado.

Una persona se puede infectar luego de haberse sometido a transfusiones de sangre, por ejemplo, ya que se puede transmitir por medio de agujas, o a través, de relaciones sexuales sin protección.

¿Cómo cuidar un tatuaje?

En un artículo titulado Tatuajes: Entender los riesgos y las precauciones, publicado en el mes de febrero de 2022 por la Clínica Mayo, se indican algunas recomendaciones que pueden ser útiles para quienes quieren conservar su tatuaje nuevo:

  • Se debe humectar la zona con bastante frecuencia.
  • Si el tatuaje es reciente, sugiere no entrar en contacto con agua caliente o piscinas.
  • Asimismo, aconseja escoger apropiadamente la ropa que no altere el tatuaje, por ejemplo las camisetas.