Tal y como lo describe la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus), la memoria “es el proceso de almacenamiento para luego recordar esta información”, que se divide en dos: a corto y a largo plazo.

Se debe tener presente que la función de la memoria no es irreprochable, lo que quiere decir que con el tiempo va desmejorando a causa del envejecimiento. Sin embargo, también hay que tener presente que todas las personas olvidan algún nombre de un conocido u objeto, que es normal, pero cuando esto ocurre con frecuencia, se debe consultar con un profesional de la salud, porque podría ser considerado un deterioro cognitivo leve.

El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) describe el deterioro cognitivo como “alteraciones en el pensamiento, el aprendizaje, la memoria, el juicio y la toma de decisiones”. Entre los principales signos que se destacan se encuentran los cambios de ánimo y de comportamiento. Asimismo, la desorientación y el desinterés por hacer diferentes actividades.

La Clínica Mayo asegura que el deterioro cognitivo cuando es leve se asocia con el inicio del envejecimiento, considerándose normal, pero la institución explica que cuando es más grave se llama demencia.

“La demencia es un síndrome –generalmente de naturaleza crónica o progresiva– caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal”, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El alzhéimer es el tipo de demencia más común. | Foto: fotografixx | Getty Images

Por lo tanto, para reducir el riesgo de algún trastorno cognitivo o retrasar su aparición, la Clínica Mayo, revela algunos secretos que pueden ejercitar el cerebro y mejorar sus funciones, como por ejemplo, socializar, una de las actividades mejor vistas para la salud mental, porque en ella se puede disminuir los niveles de estrés, ansiedad e incluso depresión.

Hacer ejercicio

Esta es una de las actividades preventivas, para el desarrollo de cualquier enfermedad, pero en lo que le compete para mejorar las funciones cognitivas, funciona aumentando el flujo sanguíneo sobre el cerebro, manteniendo la memoria más activa, señala el centro especializado en salud.

Existe una lista amplia de ejercicios que pueden llevarse a cabo según la condición física y la necesidad de una persona. Entre tanto, recomienda que si una persona quiere entrenar con ejercicio aeróbico, debe hacerlo por lo menos en 150 minutos de manera pausada; pero si es intensa su sesión física, debe ser de 75 minutos.

Foto referencia sobre ejercicio. | Foto: Thomas M Barwick INC

Además, si lo que se busca es perder peso, en un total de 300 minutos distribuidos en 42 minutos cada día de la semana, una persona puede lograr tal fin. Cabe recordar que, en este ejercicio se puede caminar, correr, nadar, montar en bicicleta, entre otros, ya que a diferencia de un entrenamiento muscular, este no requiere levantamiento de pesas.

Actividades mentales

La entidad de ciencia y salud americana señala a través del doctor Gregory Day que, se deben implementar en las rutinas diarias ejercicios mentales como los rompecabezas y los crucigramas, por ejemplo. Estas actividades se convierten en estimulantes cognitivos favorables para el cerebro, incluso para toda la vida.

De acuerdo con AARP estos ejercicios mentales participan en la reducción de los niveles de proteína beta amiloidea que se encuentra asociada con el desarrollo de Alzheimer. Por ejemplo, jugar ajedrez mejora la agilidad mental combatiendo la depresión y la pérdida de memoria.

Foto referencia sobre actividades mentales. | Foto: Getty Images

Tener un buen descanso

Además, señala que el descanso ayuda a “consolidar los recuerdos” por lo que esta actividad es fundamental, para la renovación del cuerpo y restauración del cerebro. Por esto, los expertos recomiendan dormir de 7 a 8 horas diarias.