En ocasiones, las personas ni se dan por enteradas de que padecen alguna afección hasta que son diagnosticadas por los profesionales de la salud, esto ocurre debido a que ciertas enfermedades no presentan síntomas claros que puedan asociarse a su desarrollo.
Casi que este silencio del organismo puede ser uno de los mayores adversarios para el tratamiento oportuno de los pacientes. Tal cual sucede con la anemia, una condición que, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, se caracteriza por la insuficiencia de los glóbulos rojos.
¿Qué causa la anemia y cómo identificarla?
Esta alteración en la sangre puede deberse a múltiples factores, los cuales alteran la calidad de los glóbulos rojos de la sangre. Dependiendo de las causas que la originan, se puede determinar su gravedad y el abordaje más preciso para su tratamiento.
A través de su portal, la entidad Mayo Clinic lista varios tipos de anemia: hemolítica, de células falciformes, por deficiencia de hierro, por deficiencia de vitaminas, por inflamación, aplásica o relacionadas con condiciones de la médula ósea. De acuerdo con el diagnóstico, se puede indicar el paso a seguir para su mejoría, lo que puede incluir algunos cambios en la alimentación con el fin de obtener los nutrientes que puedan hacerle falta al organismo.
De acuerdo con el Instituto Nacional del Corazón, el Pulmón y la Sangre, entidad perteneciente a los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, puede que la anemia sea en sí misma un síntoma de otras problemáticas más complejas de salud que afecten el funcionamiento de órganos vitales como los riñones. También se le ha relacionado con enfermedades crónicas como el cáncer.
Es así como aprender a identificar las señales de alerta y ‘unir los puntos’ puede dar claridad sobre el estado físico. Ante la aparición de los siguientes signos de alerta, compartidos por los Laboratorios Baquerizo, se aconseja acudir ante los profesionales de la salud:
Es normal que tras una larga jornada se presente una sensación de cansancio, pero esta tiende a desaparecer tras el descanso. Sin embargo, cuando se experimenta una fatiga o debilidad frecuente, que dificulta el desarrollo de las actividades del día, se debe prestar atención.
Otro de los síntomas característicos de la anemia se pueden evidenciar en la piel, puesto que, como explica la entidad, puede tomar un color amarillo o incluso evidenciarse palidez. Un síntoma también perceptible al tacto es la temperatura del cuerpo, pues se pueden sentir las manos y pies fríos.
Entre otras, estos síntomas pueden estar acompañados de cefaleas y molestias en el pecho. Igualmente, es posible que se noten cambios en el ritmo cardíaco y problemas con la respiración. Sobre estos malestares, hay que procurar identificar si están ligados a otra condición de salud, puesto que suelen ser típicos de afecciones cardíacas.
Tal es la complejidad para identificar esta condición en algunos casos que, el mencionado centro indica, a veces, “la anemia se detecta antes de la aparición de los síntomas, en un análisis de sangre”.
Esto último permite recalcar la importancia de realizar chequeos frecuentes a la salud y exámenes periódicos de sangre para verificar que todo esté en orden; especialmente si se trata de una persona que reúne diferentes factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades, entre los que figuran la obesidad o el sobrepeso, el envejecimiento, condiciones de salud particulares como el embarazo o los pacientes sometidos a tratamientos médicos.
Respecto a la anemia, el portal Mayo Clinic aclara que es una condición prevenible, si se tiene una dieta balanceada, en la que se incluyan alimentos fuente de nutrientes como el hierro y las vitaminas del complejo B. Hay que decir que las anemias hereditarias o congénitas no son evitables.