Las enfermedades en el hígado se pueden ocasionar por la genética o por factores que le hacen daño como los virus, el consumo de alcohol y la obesidad. Expertos señalan que con el tiempo esto puede causar cicatrización (cirrosis).
Expertos en el portal Mayo Clinic indican que un tratamiento temprano puede dar al hígado tiempo para sanar.
También es importante tener claro que los síntomas de las afectaciones en el hígado en algunas ocasiones no son perceptibles.
En Mayo Clinic destacan estos signos y síntomas de enfermedad hepática:
- Color amarillento en la piel y los ojos (ictericia)
- Hinchazón y dolor abdominal
- Hinchazón en las piernas y en los tobillos
- Picazón en la piel
- Orina de color oscuro
- Color pálido de las heces
- Fatiga crónica
- Náuseas o vómitos
- Pérdida del apetito
- Tendencia a que aparezcan moretones con facilidad
En el mencionado portal advierten que se debe acudir al médico cuando los síntomas son persistentes y al tener un fuerte dolor abdominal.
Según Mayo Clinic “los parásitos y los virus pueden infectar el hígado, y esto provoca una inflamación que disminuye el funcionamiento hepático”. En el mencionado portal explican que estos virus que afectan al hígado “pueden transmitirse a través de la sangre o el semen, el agua o los alimentos contaminados, o por el contacto estrecho con una persona que está infectada”.
Expertos en el portal Tua Saúde señalan algunos de los problemas que afectan a este órgano, uno de ellos es el hígado graso, que es conocido científicamente como esteatosis hepática, se puede causar por la acumulación de grasa en el hígado, que generalmente ocurre por la mala alimentación, consumo excesivo de bebidas alcohólicas o por enfermedades como obesidad, diabetes o colesterol alto.
Cabe mencionar que al principio el hígado graso no produce síntomas, pero, a medida que esta afectación va aumentando en este órgano se pueden provocar síntomas como dolor abdominal, pérdida de peso, cansancio, malestar general como náuseas y vómitos.
Una de las opciones para ayudar con esta afección es el ejercicio físico, pues un informe del portal Runners world dice que correr ayuda a mantener sano el hígado y evitar enfermedades como hígado graso no alcohólico.
De igual manera, un estudio publicado en el Molecular Metabolism muestra que el deporte puede modificar la función mitocondrial y de esta manera reducir el desarrollo de depósitos de hígado graso.
En el estudio se alimentaron ratones con una dieta alta en calorías y de esta manera ayudar con el desarrollo de grasa en el hígado, y pusieron posteriormente a correr a un grupo por seis semanas.
Al terminar el estudio se demostró que el grupo que hizo ejercicio físico aportó unas enzimas hepáticas más reguladas y una mejor actividad mitocondrial.
Una hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser causada por una infección por los virus de la hepatitis A, B, C, D o E, señala en Tua Saúde, esta afectación es común en personas que toman en exceso bebidas alcohólicas.
La piel u ojos amarillentos son síntomas muy comunes de la hepatitis. Por otra parte, “el tratamiento se realiza de acuerdo a la causa de la enfermedad”, explican en Tua Saúde.
Por otra parte, la cirrosis se produce debido a la destrucción permanente de las células hepáticas, haciendo que estas células sean sustituidas por tejido fibroso, como si fuera una cicatriz, dificultando la función hepática.
Esta enfermedad puede ser causada por toxinas, uso excesivo de alcohol, grasa en el hígado o hepatitis, por ejemplo, y en las etapas iniciales puede no manifestar síntomas. Sin embargo, en los casos más avanzados puede causar dolor en el abdomen, orina oscura o heces blanquecinas, por ejemplo.
Otra afectación en el hígado es la insuficiencia hepática, la cual es una enfermedad en la que este órgano deja de realizar sus funciones “pudiendo causar una serie de complicaciones como problemas de coagulación, edema cerebral, infección pulmonar o insuficiencia renal”, explican en Tua Saúde.