El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) explica que una infección es “la invasión y multiplicación de gérmenes en el cuerpo”, que puede ser ocasionada por virus o bacterias que se expanden. Por esto, cuando el sistema inmune se encuentra débil, estos microorganismos “atacan y se multiplican”, según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus.

“A veces, una persona puede tener una respuesta inmune, aunque no exista una amenaza real. Esto puede provocar problemas como alergias, asma y enfermedades autoinmunes. Si tiene una enfermedad autoinmune, su sistema inmunitario ataca por error a las células sanas de su cuerpo”, se puede leer en un informe de la enciclopedia médica.

Es entonces que MedlinePlus también señala que el sistema inmune es el que “protege al organismo de sustancias posiblemente nocivas, reconociendo y respondiendo a los antígenos”.

Así mismo, asegura que la inmunidad innata son aquellas defensas con las que cada persona nace, ya que cuidan al organismo de cualquier antígeno. Se pueden observar a través de la tos, las lágrimas, la mucosidad, entre otros.

Por tanto, la inmunodeficiencia primaria debilita el sistema inmunológico, por lo que aparecen infecciones de manera más rápida. En este caso, algunas personas no tienen inmunidad innata, sino que no nacen con “defensas inmunitarias del cuerpo o con un sistema inmunitario que no funciona correctamente, y eso las hace más vulnerables a los gérmenes que pueden provocar infecciones”, explica.

Cambios en el estilo de vida, actividad física y buena alimentación pueden ayudar a fortalecer el sistema inmune. | Foto: jonathan kitchen

No obstante, para tener un sistema inmune fuerte, la entidad de investigación estadounidense subraya que se deben tener buenos hábitos de higiene, y una alimentación sana que contribuya en combatir infecciones.

Alimentos que reducen el riesgo de infección

Según un artículo revisado por la doctora Karla Henríquez y publicado por Mejor con Salud, el consumo de los siguientes alimentos combaten las infecciones del cuerpo.

  • Ajo: su olor característico se debe a la alicina, haciendo de esta planta un producto vital en su consumo. Así como lo explica el portal Tua Saúde, el ajo es rico en potasio, magnesio y calcio, ayudando a combatir los virus y las bacterias; además de ser utilizado para el tratamiento del cáncer de colon. Sumado a lo anterior, su consumo ayuda a la reducción de los niveles de colesterol y triglicéridos.
  • Jengibre: según el sitio web, el jengibre es un alimento utilizado no solo en la preparación de comidas, sino también para combatir enfermedades como el colesterol alto, la gastritis y los resfriados, por ejemplo.
El jengibre es un alimentos que tiene usos medicinales y gastronómicos. | Foto: Getty Images
  • Cúrcuma: gracias a sus propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antiinflamatorias, colabora en el buen funcionamiento del sistema circulatorio y respiratorio, contrarrestando afecciones como los resfriados y otras afecciones. Incluso puede combatir los parásitos intestinales.
  • Lechuga: está compuesta de vitamina C, folatos, clorofila, que funcionan como antioxidantes para proteger las células del cuerpo, exactamente de los radicales libres; como laxante, para combatir el estreñimiento, entendido como la grumosidad de las heces impidiendo una fácil evacuación; siendo a su vez, digestiva colaborando con el buen funcionamiento del sistema digestivo.
La lechuga es consumida en ensaladas. | Foto: Getty Images
  • Arándanos: de acuerdo con Tua Saúde, los arándanos son frutas ricas en antioxidantes y fibras que reducen el riesgo de diabetes y presión arterial alta. Se caracterizan por ser fuente de agua, por lo que son útiles para la pérdida de peso, ya que tienen un valor calórico bajo.

Por tal razón, el sitio web mencionado señala que, al tener propiedades antimicrobianas, combate infecciones como las que provoca el Escherichia Coli porque las proantocianidinas de los arándanos las combaten.