Alimentarse de manera equilibrada es la mejor forma de mantenerse saludable y obtener los nutrientes, vitaminas y minerales que el cuerpo requiere para su adecuado funcionamiento.
Por ejemplo, las vitaminas son un grupo de sustancias que son necesarias para el funcionamiento celular, el crecimiento y el desarrollo normal de las personas, según información de la biblioteca médica MedlinePlus. En total, existen 13 vitaminas esenciales, lo que indica que el cuerpo requiere de su consumo para funcionar correctamente.
Por su parte, los minerales son importantes para que el organismo se mantenga sano. El cuerpo los usa para el cumplimiento de diversas funciones como: mantener los huesos, el corazón y el cerebro funcionando bien. Los minerales también son importantes para la producción de enzimas y hormonas.
Existen dos tipos de minerales, los macrominerales y los oligoelementos. Según MedlinePlus, el cuerpo necesita mayores cantidades de macrominerales como calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, cloro y azufre; y menor volumen de oligoelementos como el hierro, manganeso, cobre, yodo, cinc, cobalto, flúor y selenio.
La mayoría de las personas obtienen los minerales y vitaminas necesarios al consumir una dieta variada y balanceada. Las frutas y las verduras frescas, los cereales integrales, los productos lácteos semidesnatados, la carne magra, el pescado y las aves de corral son las mejores opciones para que el cuerpo ingiera los nutrientes que necesita, asegura el portal Kids Health. Son alimentos que deben acompañar a las personas durante todas las etapas de su vida.
En el listado de los alimentos que contienen más vitaminas se encuentran, entre otros: el huevo, la zanahoria y el aguacate.
El huevo es, junto con los lácteos, una buena fuente de vitamina D, precisa un artículo publicado en el diario La Vanguardia de España. Este es un nutriente que también se puede hallar en los pescados azules como el salmón, la caballa o las sardinas, así como alimentos fortificados.
La zanahoria también es clave en la alimentación. “Es una de las reinas de la vitamina A, de la que se encuentran dos tipos. Por un lado, el retinol, presente en alimentos de origen animal, como carnes o pescados, y, por el otro, los betacarotenos, que se hallan sobre todo en frutas, verduras y tubérculos, y que dan a los alimentos su color anaranjado”, precisa La Vanguardia. Esta vitamina es ideal para cuidar la visión y la salud de la piel.
En el caso del aguacate se pueden obtener ácidos grasos monoinsaturados, así como vitamina E, uno de los principales antioxidantes, que se pueden hallar también en frutos secos, aceites vegetales y semillas. Esta fruta también contienen B9 o ácido fólico, además de numerosos minerales como potasio, magnesio, calcio y fósforo.
La vitamina C también es clave para el organismo y se puede hallar en frutas cítricas, verduras como el brócoli, fresas, melón, papas horneadas y tomates, además de algunos alimentos y bebidas fortificadas con esta vitamina, según indican los Institutos Nacionales de Salud, de Estados Unidos.
Ricos en minerales
En cuanto a minerales, el portal especializado en gastronomía Von Viveur, de España, indica que los alimentos encurtidos, curados o preparados con sal, son una buena fuente de sodio, mientras que los productos lácteos al igual que las sardinas, las algas o las espinacas, son una opción para obtener calcio.
En cuanto a fósforo, este sitio especializado indica que el pescado es una gran fuente natural de este mineral, al igual que la soja, los cereales y la carne roja.
Los Institutos Nacionales de Salud aseguran que las personas pueden obtener la cantidad recomendada de potasio consumiendo productos como albaricoques secos, ciruelas pasas, pasas, jugo de naranja y bananos. También se puede incluir en la dieta verduras, como calabaza, espinacas, tomates y brócoli, además de lentejas, frijoles rojos y soja.
Los espárragos, la cebolla, la col y la yema de huevo, contienen azufre; mientras que las lentejas, carne, garbanzos, espinacas, algas y pan integral aportan hierro.
El fluor se puede hallar en el pescado, la soja, las espinacas y el té; el manganeso en los cereales, legumbres, soja, té, plátanos, judías, pescado y mariscos y el níquel en los cereales, las espinacas y las legumbres.