En general, los frutos secos son una buena fuente de proteína. Contienen entre el 10 y el 26 %, pero además, se destacan por poseer arginina, un aminoácido que da lugar a la formación del óxido nítrico, compuesto que favorece el buen tono muscular en la pared de las arterias y que disminuye el riesgo de hipertensión arterial.
Un estudio realizado por la Universidad de la Américas, México, señala que los frutos secos son buenos gracias a su contenido de ácido fólico y también de lisina (otro aminoácido), que previene los problemas vasculares.
Además, tienen la posibilidad de prevenir ciertas enfermedades como la obesidad, cardiopatía, diabetes tipo II y aquellas relacionadas con la ingesta deficitaria de macronutrientes, fitonutrientes y oligoelementos.
Ahora bien, los frutos secos han sido protagonistas de un gran número de estudios y uno de los más relevantes, fue publicado en BMC Medicine, donde analizaban las principales investigaciones hasta el momento.
Su conclusión arrojó que comer frutos secos regularmente reduce el riesgo de cáncer, diabetes, infecciones y enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Sus beneficios nutricionales y cardiovasculares también han sido analizados por un gran número de investigaciones como la publicada en Journal of the American College of Nutrition.
Dicho estudio ha sido llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Luisiana, quienes compararon los registros médicos de 13.292 hombres y mujeres de 19 años o más, que participaron en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición realizada de 1999 hasta 2004.
Los autores compararon esos datos con la cantidad de frutos secos de cáscara dura (almendras, nuez de Brasil, macadamia, castañas, avellanas, pacanas, piñones, pistachos y nuez), que consumían los participantes durante un periodo de 24 horas.
Los resultados del estudio mostraron que las personas que comían frutos secos presentaban una disminución del índice de masa corporal, de la circunferencia de la cintura y de la presión arterial sistólica.
También tenían un menor peso, una prevalencia más reducida de los cuatro factores de riesgo para síndrome metabólico: obesidad abdominal, hipertensión, bajos niveles de colesterol HDL y glucosa alta en ayunas.
¿Cómo pueden las nueces ayudar a la salud del corazón?
Las investigaciones han demostrado que comer frutos secos de manera frecuente disminuye los niveles de inflamación relacionada con la enfermedad cardíaca y la diabetes, según los expertos de la Clínica Mayo.
Seguir una dieta saludable que incluya frutos secos puede contribuir a:
- Disminuir el riesgo de tener presión arterial alta.
- Mejorar la salud de las arterias.
- Disminuir la inflamación relacionada con enfermedades cardíacas.
- Disminuir el riesgo de muerte prematura debido a una enfermedad cardíaca.
- Reducir los niveles del colesterol no saludable, en particular el colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (LDL, por su sigla en inglés, o “malo”) y los triglicéridos, que pueden bloquear las arterias.
- Disminuir el riesgo de coágulos sanguíneos, que pueden causar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
3 frutos secos para el corazón
Avellanas
- Es uno de los que aporta mayor cantidad de L-arginina, lo que mantiene la flexibilidad de las paredes arteriales, lo que previene de una obstrucción en el tránsito de la sangre y por ende, la posibilidad de sufrir un ataque cardiaco.
- Asímismo, el 67 % de su constitución es de vitamina E, que detiene la aparición de placa en las arterias, la cual puede estrechar el paso de la sangre, producir dolor en el pecho y enfermedades en las arterias coronarias.
Nueces
- Son de los frutos secos con la mayor cantidad de grasas saludables, ya que tan solo el 6 % de su totalidad es un aporte de ácidos grasos Omega 3, alcanzando más de 6.4 gramos de grasa monoinsaturada por cada 100 de su peso.
- Además, poseen altos contenidos de flavonoides, que evitan las enfermedades crónicas como las cardiovasculares; son fuente de betacarotenos y vitamina E, según el portal de salud y bienestar GastrolabWeb.
- En este caso, las grasas insaturadas ayudan a reducir los niveles de LDL, los Omega 3 también evitan los ritmos cardíacos irregulares, mientras que la vitamina E evita la aparición y acumulación de placa en las arterias, lo que previene un ataque cardiaco.
Almendras
- Las almendras son ricas en flavonoides, un tipo de antioxidante que previene el envejecimiento de las células y la oxidación del colesterol LDL y HDL, y a su vez enfermedades cardiovasculares.
- También es una fuente importante de vitamina E, fibra y contiene alrededor de 0.4 gramos de ácido alfa-linoléico por cada 100 gramos de su peso, un tipo de Omega 3 que ayuda a fortalecer la salud cardiovascular.
- Por otra parte, es uno de los frutos secos con mayor aporte de L-arginina, una sustancia que mejora el estado de las paredes arteriales, les proporciona flexibilidad y previene los coágulos que podrían bloquear el flujo sanguíneo.